80 viviendas de Beloso serán rehabilitadas en condiciones ventajosas
El Ayuntamiento y los vecinos firman un protocolo como el que permitió la actuación en el Soto de LezkairuLa zona necesita mejorar instalaciones, aislamientos, la eficiencia energética y accesos
pamplona - Unos doscientos vecinos de Beloso, residentes en 80 viviendas de la carretera Sarriguren, conocieron ayer que sus edificios podrán ser finalmente rehabilitados en las condiciones que las administraciones públicas otorgan a las zonas más desfavorecidas. A tal efecto, el alcalde Joseba Asiron y el presidente de la Comunidad de Copropietarios de las viviendas de la carretera de Sarriguren 1-10, Alfredo Sainz, firmaron en el Ayuntamiento el documento que lo hará posible, un protocolo de actuación para promover la rehabilitación conjunta de los bloques de edificios de esa zona, ubicada en Beloso Alto frente al barrio de Mendillorri.
El procedimiento será similar al que se puso en marcha en el Soto de Lezkairu y permitirá atender finalmente las reclamaciones de unos vecinos que nunca tuvieron respuesta a sus demandas.
Se trata de viviendas sociales construidas hace casi 60 años que necesitan mejoras y actuaciones en materia de aislamiento, eficiencia energética, accesibilidad y actualización de las instalaciones. La mayoría de los vecinos son personas de la tercera edad y sin demasiados recursos.
para 2018 En el documento firmado ayer, el Ayuntamiento de Pamplona manifiesta su intención de implantar el año que viene una línea de subvenciones y ayudas para llevar a cabo las actuaciones de rehabilitación que promuevan y ejecuten las personas propietarias afectadas, además de adoptar medidas para sufragar mediante subvención el coste total de los honorarios de redacción y gestión del Proyecto de Intervención Global (PIG) en esa zona.
Además, y como ha sucedido en otros barrios de la ciudad donde se detectan indicios de vulnerabilidad, el Ayuntamiento de Pamplona presentará en la próxima sesión plenaria una iniciativa para declararla zona de especial intervención. Esta figura permite realizar estudios sobre la situación socioeconómica y urbanística de ese entorno que posibiliten definir actuaciones de intervención preventivas de la vulnerabilidad y exclusión social.
El concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda Joxe Abaurrea no ofreció datos sobre la inversión que será necesario acometer, pero comentó que existe una partida específica para este tipo de intervenciones superior a los 2 millones de euros.
Por su parte, la Comunidad de Propietarios Carretera de Sarriguren 1-10 promoverá las labores de designación y contratación de las personas profesionales que se ocupen de la elaboración del PIG, tanto en los aspectos técnicos como de gestión y asesoramiento jurídico.
Joseba Asiron destacó la labor de los vecinos en esta materia y que “gracias a esta colaboración con las instituciones estamos propiciando la transformación de la ciudad y la recuperación de todos sus espacios y rincones”.
Por su parte, Yolanda Tofiño, vecina de la zona, señaló que “en pocos años el barrio va a ser un espacio más habitable y ello garantizará una mejora de la convivencia” y recordando a los primeros residente, algunos de los cuales siguen ahí, mostró su deseo de que puedan ver los cambios hechos realidad.
para personal de diputación En 1959, el arquitecto Ramón Urmeneta Ajarnaute redactó el proyecto para la construcción de 80 viviendas subvencionadas para personas funcionarias de la Diputación Foral. Las características de los inmuebles son las habituales de los edificios de vivienda social de la época: estructura de hormigón armado, fachadas de doble hoja de ladrillo cerámico, cubierta con faldones de celetyp, carpinterías con persianas y acabados sencillos, tanto interiores como exteriores.
En total, se edificaron 10 portales, con 8 viviendas y locales comerciales cada uno, agrupados en bloques de uno, dos o tres módulos, que actualmente se corresponden al conjunto residencial conformado por los edificios números 1 al 10 de la carretera de Sarriguren. Solo cuatro de los diez portales cuentan con ascensor.
En numerosas ocasiones los residentes de la zona y los representantes del colectivo Bidezar han transmitido al Ayuntamiento de Pamplona la necesidad de adoptar medidas para promover y facilitar actuaciones de rehabilitación de los edificios con una visión integral y de barrio.
En septiembre de 2016, dos vecinas comparecieron en la Comisión de Urbanismo para manifestar a los representantes de los grupos municipales la situación y las necesidades de los edificios, más que como actuaciones aisladas de mejoras en cada edificio.