pamplona - Los apartamentos turísticos solo podrán instalarse en primeras plantas con carácter general en toda la ciudad, y asimismo, se establecerá un sistema de distancias en el Casco Viejo (36 metros como mínimo), en el caso de solicitudes de licencia que quieran destinar íntegramente todo un edificio a una actividad turística de cualquier tipo, ya sea hotel, albergue, etc. El consejo de Gerencia de Urbanismo conoció ayer la propuesta de regulación del área de Ciudad Habitable de la figura “hasta ahora en el limbo” del apartamento turístico, una ordenación que será sometida a un amplio debate tanto de los agentes del sector como de los grupos políticos, y que podría entrar en marcha para el verano. Su objetivo, anteponerse a problemas del futuro, ya que, aunque la situación actual “no es preocupante”, se calcula que a finales de 2017 había unos 227 alojamientos ilegales en Pamplona, además de otros 149 legales, la mayoría en el Casco Viejo y en la zona hospitalaria. Como se sabe, este tipo de oferta, también la clandestina, se da a conocer a través de las plataformas digitales tipo Airbnb.

En la nueva normativa que fijará la obligación de instalar apartamentos turísticos en primeras plantas, se establecerán unas salvedades. Por un lado, se podrán alquilar habitaciones (que no el piso entero) como alojamiento turístico en viviendas a otras alturas, siempre y cuando estas sean el alojamiento habitual de los ofertantes. En segundo lugar, aquellos propietarios que ya cuenten con apartamentos turísticos en plantas superiores a la primera y que ya estén inscritos en el registro del Gobierno de Navarra, unos 227, tendrían un plazo de 6 meses para regularizar su situación. Y por último, en el Casco Viejo, se plantea permitir que haya alojamientos turísticos en plantas bajas en las calles del Camino de Santiago (Carmen, Mayor...).

En rueda de prensa, el concejal delegado Joxe Abaurrea explicó que lo que se “propone como normativa tiene carácter preventivo” e insistió en que, a diferencia de otras ciudades cercanas como Donostia, “no partimos de una situación de alta preocupación, pero sí se nos va advirtiendo de que se van produciendo elementos que nos anuncian que podría producirse”. Así, precisó que se trata de una ordenación “planificadora, que consiste en prever escenarios futuros y organizar la normativa de tal manera que pueda evitar aquello que pueda resultar perjudicial”.

turismo en equilibrio La propuesta de regulación viene inspirada en el Plan Estratégico de Turismo 2017-2019, que busca que con esta actividad se apueste por la “sostenibilidad” de todos los agentes, es decir, se garantice la atención de los visitantes o turistas, pero también el bienestar de los residentes en la ciudad, del vecindario. Además, la propuesta de regulación toma como base los datos del Análisis urbano de la relación entre alojamientos turísticos y residentes, realizado a finales de 2017 por el área de Turismo, y del que se desprende, según añadió la jefa del Servicio de Turismo del Ayuntamiento de Pamplona, María Bezunartea, que entre julio y noviembre del año pasado, “el número de apartamentos turísticos reglados en Pamplona se ha incrementado en un 50%, pasando de 99 a 149”, y “la mayoría de ellos están localizados en el Casco Viejo”.

La regulación de la actividad turística en Pamplona que plantea el Ayuntamiento conllevará dos modificaciones de la normativa actual. Por un lado, respecto al Plan General se propone incluir los apartamentos turísticos dentro de la categoría de “uso eventual residencial” y se especifica que se podrán ubicar en planta baja (sólo en aquellos locales que tengan autorizado un uso de vivienda) y en primera planta salvo en la zona centro (Casco Viejo y Ensanches), donde se ubicarían exclusivamente en la primera planta para minimizar las afecciones que el trasiego de personas ocasiona al vecindario. En cuanto a la propuesta de cambios en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Casco Antiguo, la más importante se refiere a los edificios que se vayan a dedicar íntegramente a uso turístico. Para esos casos y con el fin de evitar zonas de saturación, se propone que el Ayuntamiento regule la concesión de licencias según un sistema de distancias. Como norma general, la distancia entre edificios se calculará multiplicando por 6 la medida correspondiente a la fachada que tenga contacto con la calle, con una distancia mínima entre edificios de al menos 36 metros.

Para el verano. La tramitación comienza ahora y aunque, según Abaurrea, es difícil prever cuando podrán entrar en vigor las nueva normativa, para antes del verano debería estar resuelto el debate.

Cambios Casco Viejo. La semana que viene la Junta de Gobierno aprobará inicialmente el cambio de PEPRI sobre distancias. Tras su publicación en el BON se abrirá un plazo de alegaciones de 1 mes. La aprobación definitiva será del Pleno.

Cambios Plan General. La modificación del Plan General Municipal le corresponde tanto inicial como definitivamente al Pleno. La aprobación inicial se prevé bien en un Pleno extraordinario el 16 de enero o en el ordinario del 1 de febrero.

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Plazas de alojamientos turísticos por cada mil habitantes. Está muy lejos del barrio Gótico de Barcelona, con 530 plazas/1.000 habitantes