- Leandro Arguiñáriz, de 58 años, reparte pan. Lo lleva haciendo desde hace 21 años y comienza a trabajar a partir de las 4.30 horas, lo que le permite estar despierto cuando otros duermen o se disponen a hacerlo y percibir detalles que la mayoría ignora dado el repentino inicio de su jornada laboral.

Por ejemplo, ha notado durante este pasado fin de semana un cierto relajamiento de la orden de confinamiento, con muchos más vehículos y viandantes con bolsas de la compra pese a tratarse de un día festivo. Lo dice con preocupación, consciente de la importancia de mantener las medidas adoptadas contra la expansión de la pandemia y de lo que supondría volver a las andadas después de haber pasado esta primera fase.

No es lo único que según él está cambiando por culpa del coronavirus y no se refiere al teletrabajo. "Me parece que la gente tiene menos prisas, está más calmada. Lo veo en la gente que hace colas en las panaderías cuando llevamos la mercancía. Antes había más urgencias, imagino porque aprovechan ese rato para tomar el aire. Ahora hay mucho menos ruido, no hay quejas por estar un rato en la cola para comprar pan, fruta o carne", comentó Arguiñáriz el martes poco después de su franja de descanso diario.

Del reparto del pan en Pamplona y la Comarca se encargan diariamente entre 30 y 35 personas. Su punto de partida son las instalaciones de Panasa en la carretera de Sarriguren, donde organizan y cargan los productos que van a distribuir por las tiendas y comercios asignados a cada repartidor. Lo hacen respetando la distancia de separación entre ellos y de forma escalonada, entre 4.30 y 5.30 horas. En su caso le ha tocado estos días el reparto en Ansoáin, con cuatro viajes diarios para ir distribuyendo pan recién hecho a los establecimientos convenidos de la localidad. "Se ha notado un incremento muy importante del pan fresco, porque las personas ahora comen y cenan en casa. Llevamos pan recién hecho cada 2 horas a los establecimientos. En muchos tienen mamparas de protección y cuentan también con pantallas para la cara para los trabajadores del mostrador".

Transporta en cada viaje entre 300 y 400 barras de diferentes tipos de pan, que se encarga de agrupar según las necesidades de cada uno de los establecimientos (8 esta semana) por los que debe pasar en su ruta diaria. No hacen distinción de establecimientos, porque los repartidores de Panasa llegan a locales de todas las firmas.

Desde hace dos semanas disponen de los materiales de protección personal, como guantes y mascarillas, aunque señala que entre los compañeros se ha planteado la conveniencia de ser incluidos entre los sectores preferentes para realizar los test del coronavirus dado el contacto permanente con personas.

"La gente ahora come y cena en casa y se consume más pan, de todo tipo"

Repartidor Panasa