“Llevo en la ferretería desde los 16. Venía los sábados y los veranos para sacarme unos dineros. De hecho, de crío, mi padre me acostaba en la cama y en vez de leerme un cuento le preguntaba qué había vendido ese día en la ferretería. ‘¿Clavos? ¿Tornillos? ¿Cazuelas? ¿Martillos?’ Mi padre era muy manitas y le ayudaba clavando un clavo o lo que fuera. Al final, lo he mamado desde pequeño”, recuerda Mikel Alzórriz Argain.

El 1 de marzo, junto a su hermano Asier, cogerán el testigo de su padre, Alfonso Alzórriz, que se jubila tras más de 40 años en el mostrador de la mítica Ferretería Iturrama.

Es un orgullo que mis hijos se queden con la tienda porque muchos negocios familiares están cerrando por falta de relevo. No les he tenido que convencer, la elección ha sido totalmente suya. Es más, les dije que la vida del comercio local era dura, pero ni por esas”, relata Alfonso.

Mikel, Alfonso y Asier en el exterior de la fachada Iñaki Porto

Los orígenes se remontan a junio de 1981, cuando Alfonso y dos de sus hermanos –Josetxo y Jesús– levantaron por primera vez la persiana de la ferretería, ubicada en la calle Iturrama.

En el barrio había más grúas que viviendas, pero el futuro era halagüeño. Estábamos en la calle principal y había muchas casas que llenar con electrodomésticos y elementos del hogar”, comenta Alfonso.

El perfil del cliente eran parejas de unos 35 años que se mudaban a Iturrama a vivir. “Todos los vecinos compraban en la ferretería porque no existían los hiper ni las grandes superficies. No nos costó arrancar ni darnos a conocer”, señala.

El volumen de negocio era de tal magnitud que, con otros seis comerciantes de la ciudad, fundaron Iruña Ferreteros, una cooperativa de compra. En la actualidad, son más de 90 socios de Navarra, Euskadi, La Rioja, Burgos y Huesca. 

Una amplia gama de cuchillos de la ferretería Iturrama Iñaki Porto

La proliferación de las grandes superficies afectó al negocio familiar, pero la ferretería consiguió conservar la fiel clientela. “El secreto reside en la atención personalizada. Atendemos con nombre y apellido. Una gran superficie nunca te puede ofrecer un trato así. E intentar no fallar nunca”, indica.

Como consecuencia, por la ferretería han pasado varias generaciones. “Los hijos de las parejas que en los 80 vinieron a Iturrama a vivir, que eran niños pequeños en su momento, siguen siendo clientes”, subraya. 

En 2017, Josetxo se jubiló y Alfonso se quedó como última figura de la primera generación. El 28 de febrero, los fundadores de la ferretería ya serán historia y Alfonso se está despidiendo de los vecinos. “Algunos se sorprenden que siga trabajando porque llevo muchos años de barra. Les da pena que me vaya, pero me dicen que ya es hora de que disfrute”, apunta. 

Alfonso cumplirá el consejo a raja tabla y viajará a donde sea, aunque reconoce que echará de menos no estar rodeado de herramientas.

“He currado toda mi vida y no sé qué voy a hacer a partir de ahora, cómo ocupar el tiempo. Además, la ferretería me ha permitido tener una relación especial con mis hijos porque durante un montón de años hemos pasado ocho horas diarias trabajando juntos. Eso tira y lo voy a echar de menos”, confiesa. 

Una estantería repleta de cantimploras, tuppers o termos Iñaki Porto

El 1 de marzo, Mikel y Asier llevarán por primera vez las riendas del negocio familiar. “No nos da miedo, pero respeto sí. Llevo 18 años trabajando aquí y ya se puede decir que la ferretería la controlo. Por supuesto que la veteranía es un grado y sigo preguntándole cosas a mi padre aunque las sepa. Además, siempre tendremos su apoyo”, apunta.

La confianza es total y seguro que lo harán bien. No defraudarán”, halaga Alfonso. 

¿Y cómo dos hermanos han terminado trabajando juntos con su padre? Mikel, el hermano mayor, es monitor de actividades físico deportivas.

“Siempre me ha gustado el deporte, pero cuando terminé de estudiar las opciones laborales no me gustaron. Eran horas sueltas y mal pagadas. Y como llevaba muchos veranos currando en la ferretería dije, ‘para trabajar mal, prefiero ayudar en casa’. Y aquí seguimos”. 

Asier estudió Magisterio, pero no terminó en las aulas. “Me gustaba, pero lo dejé porque hay que opositar y estar muy al día. Estaba en otros trabajos más precarios, se jubiló mi tío Josetxo, tuve la oportunidad de venir y no me lo pensé dos veces”, recuerda Asier.

Menaje

La ferretería está especializada en menaje, el conjunto de utensilios de cocina y de servicio de mesa: sartenes, cacerolas, hoyas, batidoras, tostadoras, tuppers, paelleras, planchas, morteros, escurridores, cazuelas de barro, ensaladeras, cubiertos... “Nos encanta cocinar y salsear en la cocina”, confiesan.

Una estantería repleta de utensilios de cocina Iñaki Porto

También ofertan utensilios más modernos, que los hermanos Alzorriz denominan “pijadicas”: una tijera para pelar gambas, una tijera que abre huevos de codornices, un sacapuntas para hacer espaguetis de calabacín y pepino o moldes de corazón para preparar empanadillas.

Todo lo que el cliente se pueda imaginar. Son utensilios especiales que en una ferretería al uso son más difíciles de encontrar”, asegura Mikel.