En Pamplona hay en este momento un total de 451 viviendas vacías acreditadas como tales en el nuevo Registro de Vivienda Deshabitada llevado a cabo durante esta legislatura por el departamento de Vivienda del Gobierno de Navarra. La realidad es clara: son casi medio millar de inmuebles que ocupan espacio público y que están deteriorándose por falta de uso, cuando podrían formar parte de una bolsa de alquiler, social por ejemplo, que facilitara el acceso a la vivienda a colectivos desfavorecidos. Y otro dato curioso: se trata de viviendas de propietarios físicos o jurídicos (empresas por ejemplo), y financieros, que disponen de tres o más inmuebles, es decir, en ningún caso son viviendas utilizadas como segundas residencias o lugares de esparcimiento por sus propietarios ni previstos para uso turístico demostrado.

El desarrollo de un Registro de Viviendas Deshabitadas se recogía en la Ley Foral 28/ 2018 de 26 de diciembre sobre el derecho subjetivo a la Vivienda en Navarra, que en su disposición única ya señala el compromiso de detectar y contabilizar la vivienda vacía en Navarra. Asimismo, el Plan de Vivienda 2018-2028, incluía como una línea de actuación la “movilización de la vivienda vacía”, impulsando el citado registro. De hecho, el objetivo estratégico 5 de dicho plan consistente en “garantizar la función social de la vivienda”, incluye en tres líneas de actuación claves: “Movilizar la vivienda vacía hacia el alquiler permitiendo una localización diversificada, favorecer el incremento del parque de bolsa de viviendas en alquiler y mayor disciplina en materia de vivienda”.

2.788 viviendas vacías

El Gobierno de Navarra había venido detectando cientos de viviendas vacías por toda la Comunidad Foral y, de éstas, en torno al millar solo en Pamplona. Pero, finalmente, el dato de inmuebles ubicados en la capital que integran el Registro de Vivienda deshabitada asciende a 451, y de estas 228 son de particulares, 206 de personas jurídicas (empresas por ejemplo) y 17 de entidades financieras.

¿Por qué esta variación de datos? Fuentes del Gobierno de Navarra consultadas señalan que estas 451 en Pamplona, que superan con crees el millar en toda la Comunidad Foral, “son viviendas que han quedado ya registradas después de todo el largo procedimiento legal que se sigue con los propietarios, con especial celo en que se cumplan todas las garantías”. Entre ellas, el departamento de Vivienda lleva a cabo el envío de cartas previas, abriendo un plazo de alegaciones, resolviendo la estimación o no de dichas alegaciones en recursos de alzada, y dictando finalmente la resolución y declaración definitiva. De ahí, la diferencia entre expedientes iniciados y viviendas finalmente registradas, porque se detectan casi 2.788 viviendas vacías pero quedan efectivamente inscritas, acreditadas y a todos los efectos legales las 1.206 que hay hasta ahora en Navarra. “Se trata de un proceso garantista”, indican del departamento, durante el cual el propietario tiene en todo momento la posibilidad de alegar y demostrar que su vivienda tiene un uso.

Pero ¿cómo se detectan estos pisos vacíos? Fue a finales de 2020 cuando comenzó a crearse el Registro de Vivienda Deshabitada de Navarra. Primero, en 6 municipios navarros. Para ello se cotejan, con las correspondientes mancomunidades de agua, los registros de agua y electricidad de determinados domicilios que llaman la atención por no tener un consumo normal. A partir de ahí, se remite una carta a los propietarios y se abre lo que se denomina procedimiento contradictorio, en el que se les da un plazo para alegar y demostrar que la vivienda está habitada o está en proceso de estarlo. Porque según se recoge en la Ley de Vivienda, si se demuestra que la vivienda va a ser utilizada “por un plazo superior a 6 meses”, o si se presenta la “solicitud de calificación provisional de rehabilitación protegida” del inmueble, “se dictará resolución archivando el procedimiento”. En caso contrario, se dicta resolución firme declarando la vivienda como deshabitada.

Las trabas de Navarra Suma

Hay que recordar que el fin último de este registro es poner en uso estas viviendas vacías (muchas de ellas en manos de grandes propietarios, empresas y entidades financieras), un compromiso firme adoptado por las fuerzas progresistas, a pesar de que partidos políticos como Navarra Suma lo han venido boicoteando, aunque sin éxito, en un intento de alinearse con los intereses privados. La coalición de derechas quiso, así, desbaratar todo este proceso, denunciándolo incluso ante la Agencia de Protección de Datos, pero fracasó ya que dicha agencia avaló el procedimiento, sin observar infracción. También Navarra Suma, esta vez al frente del Ayuntamiento de Pamplona, sigue poniendo trabas a controlar la vivienda vacía. Quiso paralizar el impuesto creado en la legislatura anterior por el cuatripartito, y dejar el gravamen en la mínima expresión, pero de nuevo las fuerzas progresistas aprobaron en Pleno para este 2023 aumentar un 0,5% el importe de la contribución de viviendas deshabitadas el primer año, un 1% el segundo y un 1,5% el tercero (y siguientes). El Gobierno de Navarra ha remitido a los ayuntamientos, incluido el de Pamplona, los datos del registro, por lo que no caben excusas para no aplicarlo.

Tres o más viviendas

El registro se inició sobre personas físicas y jurídicas propietarias de 3 o más viviendas (no se tienen en cuenta las segundas residencias). El primer barrido se ha centrado en determinados municipios que se seleccionaron para una primera fase piloto (Pamplona, Tudela, Estella, Tafalla, Olite, Burlada y Antsoain) y posteriormente se ha ido extendiendo a una treintena de municipios, pero “ el proceso de inscripciones en el registro de viviendas deshabitadas sigue vivo, con intención de alcanzar a toda la Comunidad Foral”, señalan desde el departamento de Vivienda.

1.206 resoluciones firmes

Como se ha señalado, de los 2.788 expedientes iniciados en total, hay a día de hoy 1.206 viviendas declaradas e inscritas en el registro de viviendas deshabitadas de Navarra. Se declaran “el 43% de los expedientes iniciados; el resto, se estiman las alegaciones que acreditan que no se pueden considerar deshabitadas (ya sea porque acreditan que están efectivamente habitadas, en proceso de rehabilitación, en oferta para su comercialización en alquiler o compraventa, por no reunir requisitos mínimos de habitabilidad, por su uso turístico o alquiler temporal, por tratarse de simples bordas o algo así, etc. porque las alegaciones son de todo tipo.

307, de entidades financieras

Hay que señalar, además que, de éstas, un total de 815 expedientes iniciados y 307 viviendas inscritas en el registro (un 25% del total en el censo) corresponden a inmuebles cuyo titulares son entidades financieras o sus filiales inmobiliarias. Aproximadamente un tercio de ellas están ubicadas en la Ribera; en torno a un 20% en Tierra Estella; sólo el 12% en Comarca de Pamplona; otro tanto en Comarca de Tafalla y el resto, dispersas por otras localidades de Navarra). En Pamplona hay únicamente 17 y 29 en el resto de la Comarca.

Del total de 1.206 de Navarra, 531 pertenecen a personas físicas, 368 de personas jurídicas y 307 de entidades financieras. Obviamente, hay, en definitiva, identificadas más viviendas vacías (por medio de diferentes indicios de deshabitación), pero estas 1.206 están ya en el registro figuran ya de una manera efectiva, con resolución firme y con todos los efectos jurídicos que ello implica. “Y no es una foto fija”, porque el Servicio de Inspección de la Dirección General de Vivienda “sigue trabajando en la detección de vivienda vacía y la apertura de expedientes para seguir completando el censo”, precisan desde Vivienda.

¿Y qué se puede hacer con estas viviendas sin uso? Preguntados al respecto, fuentes del departamento señalan que “lo que podemos hacer –y de hecho ya hacemos– son tres cosas: 1. Intentar estimular el alquiler de las viviendas inscritas en el registro de deshabitadas ofreciendo a sus propietarios las ventajas de la Bolsa de Alquiler de Nasuvinsa (garantía de cobro puntual, subvenciones, ayudas para posibles reformas, etcétera) y desgravaciones fiscales (hasta el 60% de desgravación); 2. aplicar la figura “de la expropiación de uso que introdujimos en la Ley Foral de Vivienda 20/2022 aprobada el pasado mes de junio (contemplada para viviendas cuyo titular sea un banco o persona jurídica y lleve más de un año inscrita en el registro de viviendas deshabitadas”). En tercer lugar, “enviar el registro de viviendas deshabitadas a cada uno de los ayuntamientos afectados para que, en su caso, apliquen gravámenes tributarios (por ejemplo, a través de un recargo del IBI o aplicando una tasa especial) la vivienda vacía, aunque esto es competencia municipal”. l

El Post-it

La Bolsa de Alquiler pública, el destino perfecto. Los propietarios de viviendas vacías pueden ceder su uso a través de la Bolsa de Alquiler pública que gestiona Nasuvinsa. Las ventajas para el propietario son muchas, porque Nasuvinsa se ocupa de todo, desde buscar al inquilino hasta facilitar las reformas etc y garantizar la renta mensual. Y parece que convence: en 2016, había 476 inscritas y este 2023, ya 916. Un éxito.