La asociación Apoyo Mutuo/Elkarri Laguntza ha pedido a los grupos municipales poder intervenir este martes en la comisión de Asuntos Ciudadanos para exponer la situación de abandono en la que se encuentran decenas de jóvenes que viven y duermen en la calle, debajo de un puente o en bajeras insalubres. Chavales de 18 a 27 años, la mayoría magrebíes, que carecen de papeles, y a los que no se empadrona, denuncian, hasta que transcurren cuatro, cinco y hasta siete meses, y solo después les solicitan la renta garantizada, que se demora otros tres meses en ser concedida.

Personas que deberían ser atendidas por el programa de incorporación en la unidades de barrio pero que se enfrentan a una maraña burocrática y a las que se niegan ayudas como el pago de una habitación. El colectivo ya presentó en abril una petición al departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra exigiendo el cumplimiento de la legislación vigente para garantizar el alojamiento nocturno, acogimiento diurno y manutención a inmigrantes que carecen de techo. La petición se produjo tras el desalojo de varios jóvenes migrantes que pernoctaban en el convento de las Agustinas de Aranzadi, y sigue vigente después de que desalojaran a nueve personas en una nave abandonada en las instalaciones de Renfe. La historia se repite. “Al día siguiente les acogieron en el albergue, pero solo tres noches y les echan a la calle habiendo plazas en el albergue municipal de Trinitarios. No saben donde dormir”, destaca Tere González. “Los chicos a quienes la tormenta DANA dejó sin campamentos también pasaron dos días en albergue y, después, a la calle”. En la denuncia se evidencia que Navarra tiene “suficientes recursos públicos y de la Iglesia para aplicar políticas de acogida a personas sin hogar”. “Hay en la ciudad escuelas, conventos y otros edificios infrautilizados que podrían albergar con pocos costes a estas personas y así dar cumplimiento a la Ley y Cartera de Derechos Sociales abriendo recursos de alojamiento temporal como centros de urgencia y casas de acogida para personas sin techo”.

También aboga por priorizar la defensa de los “derechos inherentes a las personas, cambiar la mente, los discursos y generar itinerarios de inclusión, que será lo que más aporte a la sociedad navarra, demostrando que tratamos a estos chicos y chicas como adolescentes cuyo ‘pecado’ es querer vivir en sociedades de progreso”. “Ni les damos alojamiento ni les dejamos vivir en la calle, ¿qué queremos de ellos, que sobrevivan mendigando, robando...?”, reiteran. Recuerdan que el Defensor del Pueblo resolvió hace unos meses que el alojamiento nocturno, acogida diurna y la manutención de las personas sin hogar es una “prestación garantizada y recogida en la Cartera de Derechos Sociales vigente” y que las administraciones públicas tienen la obligación de proporcionar a estas personas este derecho “con una dotación de recursos y plazas suficientes en Navarra y Pamplona, de tal modo que el mismo se preste con continuidad (todos los días del año) y pueda ser recibido con independencia de la condición de residente o empadronado del interesado”.