Hace 15 años, Guillermo Arrastia Nagore se topó con una abrazadera retorcida que le recordó a una mantis religiosa. Este vecino de Lorca, técnico de mantenimiento industrial, cogió la pieza de hierro y la guardó en el taller de casa.

Guillermo, que a diario ve en su trabajo montones de chatarra, siguió recolectando desechos industriales y domésticos que le rememoraban a animales o plantas, los almacenaba pero no hacía nada con ellos.

Hace seis años, Guillermo conoció a su mujer, que le animó a que desarrollara su vena artística. El resultado es DesechARTE, una colección de objetos creados a base de desechos industriales y domésticos que se inauguró ayer en el centro comercial Itaroa. “Le estoy eternamente agradecido. Gracias a ella me entró la inspiración y empecé a realizar artesanía decorativa”, reconoce. 

La exposición DesechARTE está compuesta por más de 25 objetos: escolopendra, ciempiés, pájaros, escorpiones, plantas, robots, teléfonos, una cáscara de nuez con forma de barco que descansa en el interior de una botella de vidrio y otros curiosos “cacharros” que cobran una segunda vida muy distinta a la original.

En el trabajo, estoy venga a ver chatarra. Si encuentro una pieza de hierro que me recuerda a un animal, empiezo a buscar otras piezas para completar la obra. Me las llevo al taller y allí las voy juntando”, explica. 

Guillermo no se ciñe a una idea fija e inamovible sino que se adapta al resultado de la indagación: “Voy improvisando. Las piezas que encuentro me hacen tomar una dirección u otra. Según lo que hallo, voy perfeccionando la idea”. Guillermo sobre todo trabaja con piezas de hierro, y deshechos domésticos como cucharillas de plástico. En ocasiones, también emplea madera y vidrio. 

DesechARTE se podrá visitar hasta el jueves 2 de noviembre y es la segunda vez que Guillermo expone en público. “La primera vez fue en junio en las fiestas de mi pueblo, Lorca. Comenté que tenía en mi taller mogollón de cosas que enseñar y entre los vecinos me animaron”, señala.