El Ayuntamiento de Pamplona ha recibido un requerimiento para anular la consulta prevista en el II Ensanche sobre el polémico proyecto de la Plaza de la Cruz y calle Sangüesa por considerar que el expediente tramitado por el equipo de Gobierno no ha respetado normativa vigente.

La instancia fue tramitada el miércoles de esta semana y está firmada por uno de los vecinos en representación de la Plataforma contra el parking. El Ayuntamiento tiene un plazo de 10 días para responder.

El recurso alude a la confusión que genera el expediente de la consulta ya que mezcla dos proyectos (la construcción del aparcamiento subterráneo en la calle Sangüesa y la reurbanización de la Plaza de la Cruz) con un nivel competencial diferente.

Recuerda que la instrucción ha obviado la competencia del Pleno municipal, que durante todo el proceso ha quedado al margen, y que existe una posible “invasión de competencias” por incluir cuestiones sobre la reurbanización de la Plaza de la Cruz. Preguntar sobre este proyecto de reurbanización, a su entender, no es competencia del gobierno municipal sino del Pleno.

Mertxe Zufía e Ignacio Bidegáin aseguraron que están a favor de un “proceso participativo”, pero consideraron que antes de la consulta debería hacerse un estudio de las necesidades de aparcamiento en la zona.

Sin proceso participativo

De la misma manera, criticaron que “no se ha escuchado ni se ha intentado hablar con el vecindario del barrio, no se ha hablado con el comercio, no se ha hablado con los usuarios de la plaza”.

Los representantes de la Plataforma se mostraron muy críticos con el propio cuestionario realizado por el Ayuntamiento al incluir “dos asuntos que deberían ser completamente independientes” como son la construcción del parking subterráneo y la reurbanización de la plaza.

Afirmaron que hay “un desequilibrio enorme entre respuestas que tienden a ser de cariz positiva, es decir, de dar un ‘sí’, bien sea condicionado o bien sea taxativo a la urbanización y, posteriormente, a la construcción de un parking”. Sin embargo, “las respuestas posibles para dar un ‘no’ no llegan ni al 20%. Hay un sesgo tremendo y un desequilibrio inaceptable”.

Por otro lado, criticaron el “enrevesadísimo y un poco tendencioso cuestionario”, incluyendo “opciones contradictorias, redundantes e, incluso, capciosas”.

Asimismo, rechazaron la “arbitrariedad” en la “zonificación de la respuesta”, al crearse una “zona de influencia” y luego “el resto del Ensanche” sin concretar “qué valoración van a dar a cada uno de los votos”. “Eso ya es invalidante de la propia consulta. Si no sabemos qué valor va a tener mi voto, ¿cómo voy a votar?”, remarcó Zufía.

Sobre la consulta que ha organizado el Ayuntamiento, que está previsto que se celebre entre el 11 y 17 de diciembre, el vecindario ha cuestionado que las condiciones de participación dejan sin voz a una parte importante de las personas afectadas, como son el estamento docente, el personal de instituto y todo el alumnado (1.226 personas en total) a los que se les valora como un centro exclusivamente por lo que se le da un voto); y que el Ayuntamiento plantee una valoración distinta de los votos según se viva o trabaje en un sitio o en otro, lo que provoca algunos interrogantes.