Representantes de Katakrak y Coop57 han ofrecido este miércoles una rueda de prensa en el patio del nº 54 de la calle Mayor de Pamplona. Un edificio del siglo XVIII, contiguo a la librería que han adquirido "atendiendo a dos impulsos".

Por el momento, solo han desvelado el primero: "Hemos comprado este edificio para liberar y sustraer suelo urbano de la especulación inmobiliaria. Para detener, al menos por unos metros cuadrados, la presión del turismo desestacionalizado que sufrimos también en Pamplona. Ese era, de hecho, el plan que otros compradores tenían para este edificio: pisos turísticos, inmuebles de lujo, desposeer más a un barrio ya tocado", han destacado.

"En este edificio no habrá un hostal, ni un hotel de lujo, ni viviendas impagables para los vecinos de alrededor, lo que se construirá aquí será un común urbano", han detallado en un comunicado.

La rueda de prensa celebrada este miércoles en el patio del edificio. Iban Aguinaga

Características del inmueble:

Se trata de un edificio del siglo XVIII que, tal y como han detallado, perteneció durante décadas a la familia Huarte-Solchaga. "Su penúltima propietaria fue Charo Solchaga Maestroena. Ella era también la propietaria del edificio contiguo, donde desde hace más de una década está Katakrak liburuak".

Cuenta con un bajo, tres alturas y este patio. Son en 1.080 metros de superficie en el inmueble y 462 metros en el patio. Más de 1.500 metros en total. Según la cédula, el edificio se construyó en el año 1700.

Coop57 es una cooperativa de servicios financieros éticos y solidarios creada en 1995. Y Katakrak, cuya librería abrió sus puertas en diciembre de 2013, es "una empresa política que pivota entre una cooperativa de trabajadores y una asamblea militante más amplia. Además se sostiene gracias a 350 socixs que cada año apoyan el proyecto también de manera económica", explican.

"Katakrak y Coop57, Coop57 y Katakrak, tras largos meses de trabajo, imaginación y negociación, compramos este edificio en otoño de 2023".

La compra, defienden, "ha sido posible por el proyecto referente que es Katakrak, su capacidad diplomática y la comunidad que lo apoya, y la capacidad financiera colectiva aportada por todas las socias cooperativistas de Coop57 y su red de intercooperación en Euskal Herria".