Tiene 184 años de historia. Y parece que llega a su fin. La sombrerería Gutiérrez, tienda ubicada en la esquina de la calle Mercaderes y la Plaza Consistorial, está en liquidación.
Su actual propietario, Rafael Gutiérrez Goñi, se jubila y se desconoce si este emblemático comercio de la ciudad, fundado en 1840 por Ramón Goñi, cerrará para siempre, se traspasará a otro comerciante o se transformará en otro tipo de negocio.
A mediados de septiembre, Ramón Goñi, cuarta generación de esta saga familiar, colgó en el mítico escaparate rojo un cartel en el que se leía: Liquidación por jubilación.
Desde entonces, los pamploneses y turistas se han pasado por la coqueta sombrerería a comprar una boina (Elosegui, Stetson o Kangol), un sombrero Panamá o una bota de vino de las Tres ZZZ; productos que le han convertido en un comercio referente de la vieja Iruña.
En la tienda también se venden pañuelos y fajas de San Fermín, paraguas, tazas, imanes, batas, chaquetas, camisetas, guantes, bufandas, chubasqueros, calcetines, ropa interior… Todos estos artículos tienen un descuento de hasta el 50%.
La sombrerería Gutierrez la fundó Ramón Goñi Reclusa. En los inicios, el negocio se denominaba Confecciones Goñi y se situaba en la calle Mañueta. En 1840 se trasladó a su actual ubicación.
Por el mostrador del comercio familiar han pasado Marcelino Goñi (hijo de Ramón), María Pilar Goñi (hija de Marcelino) y Rafael Gutiérrez (hijo de María Pilar).