Alberto Senosiain y su hijo Martxel se ríen cuando escuchan que su empresa ha sido tocada por la mano de Dios. Casi. La editorial San Pablo presentará hoy al Papa Francisco en el Vaticano 5.000 biblias escritas en árabe – de las primeras versiones del mundo que se editan en este idioma– que se han impreso y encuadernado en Rodona Industria Gráfica S.L, imprenta ubicada en Pamplona. “Ha sido un encargo extraño porque siempre crees que los árabes son musulmanes y no cristianos. Ha sido una sorpresa”, confiesa Alberto, propietario de Rodona.

Seguramente, se estén preguntando cómo diantres una empresa navarra ha terminado imprimiendo y encuadernando 5.000 biblias escritas en árabe. Esta curiosa historia nace de una urgencia y de la necesidad de dar una respuesta rápida a un cliente.

Rodona está especializada en la impresión y encuadernación de papeles finos en tiradas cortas en tecnología inkjet y, aunque las biblias normalmente se editan en tiradas muy largas, recibieron el encargo de esta editorial religiosa con la condición de cumplir con un plazo muy ajustado.

La biblia escrita en árabe impresa en Rodona. Patxi Cascante

Rodona aceptó el reto porque es de las pocas industrias gráficas del Estado e incluso de Europa capaz de imprimir papeles finos en tiradas medias cortas a toda velocidad. “Se les había retrasado la traducción del texto, necesitaban que las biblias estuvieras impresas y encuadernadas con premura y apostaron por nosotros porque conocían nuestra tecnología”, indica Alberto. Además, la biblia está impresa en dos colores y “no hay tantas rotativas que puedan imprimir con estas características”, subraya.

Tecnología inkjet

Rodona es una empresa especial porque se dedica exclusivamente a la impresión y encuadernación de libros en rotativas con tecnología inkjet. Este modo de impresión utiliza tintas con base agua y, a diferencia de la impresión offset tradicional, trabaja con libros enteros en vez de pliegos.

“Por una parte de la máquina meto el papel y por la otra saco un ejemplar con las medidas y características que me ha pedido la editorial”, asegura. “De la máquina sale todo excepto la tapa”, incide Martxel. 

Esta tecnología permite impresiones “rápidas, ágiles e inmediatas” y elimina los pasos intermedios de los métodos más tradicionales como la unión de los pliegos que conforman el libro. “No imprimimos pliego a pliego, sino ejemplar a ejemplar”, ahonda Alberto. 

Rodona dispone de dos rotativas con tecnología Inkjet que imprimieron las 5.000 biblias. Para ello se utilizaron 12 toneladas de papel –medio millón de metros– y se invirtieron 90 horas.

“Nuestras máquinas utilizan una tecnología similar a las impresoras de oficina pero a lo bestia. Estas impresoras utilizan una tecnología parecida a las de chorro de tinta, pero disponen de una batería muy grande de cabezales que mueven el papel”, explican.

La biblia escrita en árabe impresa en Rodona. Patxi Cascante

Cuando el ejemplar se ha impreso, se cosen los pliegos, se refuerza el lomo y se encuaderna con una tapa. En este caso, está estampada en oro y con una cinta de registro dorada. Rodona realizó todo el proceso en dos semanas.

Alberto y Martxel explican que el encargo ha ido “sobre ruedas” y que no han sufrido ningún contratiempo a pesar de que se enfrentaban a dos retos.

Por un lado, que los libros escritos en árabe, a diferencia del castellano, se leen de derecha a izquierda y de atrás adelante. Este rasgo característico del árabe repercute en la disposición de los párrafos, maquetación y encuadernación.

En segundo lugar, que las páginas no estaban numeradas con cifras arábigas. “Son símbolos que nadie en la planta entendíamos”, reconocen. Por ejemplo, para coser y encuadernar los pliegos correctamente se añadieron pequeños números en una zona de papel sobrante para que sirviera de guía.

“No sabíamos en qué página estábamos y necesitábamos elementos de referencia porque lo que leíamos era imposible de adivinar”, apuntan.

Caché para el futuro

Rodona ha entregado libros impresos a personalidades de distintos ámbitos –alcaldes, obispos, el Fiscal General del Estado e incluso el rey–, pero quizás nunca con tanta repercusión internacional como el Papa Francisco. Sin embargo, lo que más les congratula es que “los clientes hayan confiado en nosotros para realizar un proyecto que para ellos es muy especial. Te da orgullo que el producto haya quedado bien y que ellos estén satisfechos”, finalizan. 

Historia de esta biblia en árabe

La traducción que se ha impreso en Navarra se llama Biblia Scrutate le Scritture. Es una edición internacional que actualmente está disponible en tres idiomas (italiano, portugués, árabe), y se está traduciendo a otros trece idiomas. Ninguna biblia tiene un número tan elevado de pasajes, paralelos, referencias y referencias internas, es por ello su elevado volumen de páginas, más de 3.000.

La versión árabe nació de la comunión entre dos grupos de trabajo (uno en Israel y otro en el Líbano) que trabajaron en tiempos nada fáciles, permaneciendo en comunicación y comunión a pesar de los fuegos cruzados entre sus respectivos países.

La idea de la publicación surge del patriarca de Jerusalen viendo la posibilidad de materializar un proyecto “acunado” desde hacía tiempo. Una decena de obispos pedían a la Familia Paulina trabajar en ello y era el Biblista libanés Padre Jean Azzam quién asumió la dirección del proyecto. Dos equipos de trabajo comenzaron inmediatamente la traducción, pensando en los muchos países que disponen actualmente de comunidades árabe-cristiana, a los que podría llegar esta edición.

Es ahora, después de un importante trabajo, cuando coincidiendo con la fiesta del Beato don Giacomo Alberione, fundador de la familia Paulina, cuando se presenta en Roma en audiencia privada con el Papa Francisco. El Superior General de la Sociedad de San Pablo, Padre Domenico Soliman, aseguró al Santo Padre que regalaría la Biblia a las comunidades que él mismo indicará, precisamente como signo de amor a las Iglesias de estas regiones puestas a prueba por la violencia y la guerra.