La transformación del cine Guelbenzu es uno de los ejes de trabajo del proyecto ‘Milagrosa, un barrio de cine’, una propuesta de estrategia innovadora y multidimensional que busca abordar de forma integral los desafíos identificados en este barrio. Cerrado desde hace años, el cine reabrió sus puertas el pasado sábado durante un par de horas para acoger un taller participativo sobre el futuro de la instalación, su importancia, los retos que debe afrontar y cómo puede volver a ser epicentro del barrio.
Este miércoles, la Gerencia y la Comisión de Urbanismo, con el alcalde Joseba Asiron al frente, lo han visitado para conocer también de primera mano cómo se está desarrollando el proceso participativo y cómo está el cine por dentro tras el acondicionamiento de algunas de sus salas para acoger ese taller del sábado celebrado in situ en el espacio sobre el que se debatía. El proceso participativo afronta su recta final tras más de un mes de reuniones, sesiones participativas y la recogida, todavía abierta, de propuestas a través de la plataforma Decide Pamplona. El proyecto ‘Milagrosa, un barrio de cine’ se ha presentado a una convocatoria europea de ayudas y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona, de la sociedad pública Pamplona Centro Histórico - Iruña Biziberritzen S.A., de la Oficina Verde de la Milagrosa y de la empresa Paisaje Transversal, a través de una asistencia técnica.
El cine Guelbenzu cuenta con una superficie total de 1.570,80 m2 repartida en sótano, planta baja y primera planta. El sótano, con 284,70 m2, está destinado a espacios de servicio y almacenaje; los 1.119,40 m2 de la planta baja incluyen la entrada, bar, hall, taquilla, aseos y caja escénicas, además de accesos a otras plantas y salas auxiliares; y la primera planta, con 166,79 m2, alberga salas auxiliares, entre ellas la de proyección, que aún conserva un armario con antiguos rollos de cine. De su arquitectura e integración en el barrio, destaca también la relación entre el espacio interior y el espacio público colindante. En la actualidad, la entrada del cine, con un porche de acceso, se encuentra en un espacio peatonalizado en el que convergen las calles Manuel de Falla y Juan María Guelbenzu y la plaza del Mochuelo.
Adecuación de los espacios interiores del cine
Para garantizar el desarrollo óptimo del taller del pasado sábado, PCH y la Oficina Verde de Milagrosa llevaron a cabo un acondicionamiento de las instalaciones del cine Guelbenzu para acoger de la manera más cómoda posible a las personas asistentes. Se ha realizado una adecuación de espacios, con la delimitación de la entrada, el vestíbulo y la caja escénica, asegurando su seguridad mediante el precintado de áreas no habilitadas como la segunda planta y la zona de taquillas.
Tras más de veinte años de abandono y ante la visita del 10 de mayo, se ha llevado a cabo una limpieza exhaustiva, habilitando el patio de butacas para su uso, con unas 250 butacas de las 800 que había en su origen para poder acomodar a las personas que acudieron. Dado que el cine no cuenta con iluminación propia, se han instalado algunos focos y grupos electrógenos para habilitar el espacio, especialmente el escenario. El Ayuntamiento de Pamplona ha aportado mesas, sillas y vallas para adecentar los interiores y mejorar la accesibilidad.
Taller participativo
Alrededor de un centenar de personas asistieron el pasado sábado a la visita guiada al cine que tuvo lugar dentro de las acciones del proceso participativo en torno al proyecto ‘Milagrosa, un barrio de cine’. Tras una presentación del proyecto a cargo de la directora de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Uxua Domblás Ibáñez, las personas asistentes se dividieron en tres grupos rotatorios para abordar aspectos como el programa, usos y gestión del cine; la arquitectura; y la identidad y memoria.
En esos grupos se trabajó el papel que puede tener el nuevo espacio del cine en el sistema de equipamientos del barrio, un espacio de encuentro, versátil y multifuncional, que puede servir para propuestas culturales y educativas o para biblioteca, incluso, tal y como se expuso el sábado. Se plantearon posibilidades de transformación del espacio interior y también exterior, con más zonas verdes, por ejemplo. Asimismo, se compartieron vivencias de antaño de cuando funcionó como cine hasta 1982 y cuando posteriormente se convirtió en espacio artístico y cultural.
A partir de ahora, en próximas semanas, tendrá lugar una sesión interna de devolución y priorización en las que se analizarán las propuestas recibidas y se identificarán las más viables para el futuro del cine. En el mes de junio, se prevé la entrega de documento de bases y su presentación a la ciudadanía con las conclusiones del proceso participativo y una propuesta de prediseño con criterios a integrar en el proyecto ‘Un barrio de cine’.
‘Un barrio de cine’
La actuación en el antiguo edificio del cine Guelbenzu se enmarca en el proyecto ‘Un barrio de cine’, que el Ayuntamiento de Pamplona ha presentado a la convocatoria de ayudas del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), destinadas a Estrategias de Desarrollo Integrado Local (EDIL), dentro del Plan de Acción Integrada (PAI) para el barrio de Milagrosa. El proyecto ‘Un barrio de cine’ incluye inversiones por valor de 10,8 millones de euros y se han solicitado ayudas europeas por 4,3 millones de euros.
El Ayuntamiento de Pamplona busca con el proyecto ‘Un barrio de cine’ transformar una parte de un barrio vulnerable, según indicadores socioeducativos, promoviendo un modelo de desarrollo urbano sostenible, inclusivo e innovador, que aúna sostenibilidad ambiental y justicia social. De esta manera, se planifica una estrategia innovadora y multidimensional con la que abordar de forma integral los desafíos identificados en el barrio. El proyecto se basa en la colaboración de lo público y lo privado y también en el fomento de sinergias intersectoriales.
Además de la transformación del cine, el proyecto recoge la renaturalización y activación del espacio urbano, la creación del ecosistema digital audiovisual ‘Zolina Audiovisual Hub’ y la regeneración energética del barrio, canalizada a través de la Oficina Verde que abrió en septiembre del año pasado en la calle Manuel de Falla 2. La propuesta ‘Un barrio de cine’ se ha desarrollado en consonancia con la Agenda Urbana de Pamplona, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).