Cuanto peor, mejor. El próximo viernes 30 de mayo, la Casa de la Juventud acoge (19.00 horas) la proyección de El Star Wars Turco, joya ochentera de la serie Z. El colectivo Cinecutre.com enreda con películas tan malas que dan rabia y gustico e invitan a la carcajada general. Y las reivindica como una forma cultural válida.

El evento es gratuito y abierto, sin inscripción previa pero con una advertencia: “Al que vaya se le va a quedar grabado en el cerebro, no sé si para bien o para mal”, dice Xabier Esquíroz, tafallés de 28 años, crítico de Cinecutre.com responsable de traer por primera vez a Navarra este desparrame audiovisual sin complejos. Las proyecciones irónicas. 

El cartel del evento que se celebra el día 30 a la Casa de la Juventud de Pamplona.

El cartel del evento que se celebra el día 30 a la Casa de la Juventud de Pamplona.

“Estamos muy acostumbrados a ir al cine a no hacer ruido y no molestar a los demás. Aquí se viene absolutamente a todo lo contrario. A gritar, a reír, a grabar con el móvil, a insultar a la pantalla, a cantar... es una auténtica fiesta. Tiene más de concierto que de visionado. Y es algo que se ve muy poco en cines. Quizás recientemente con Minecraft o con Endgame de Marvel, pero salvo eso no hay motivos para gritar en el cine, y hacen falta para que la gente vaya”, afirma.

“Estamos muy acostumbrados a ir al cine a no hacer ruido y no molestar a los demás. Aquí se viene absolutamente a todo lo contrario. A gritar, a reír, a grabar con el móvil, a insultar a la pantalla, a cantar... es una auténtica fiesta"

Xabier Esquíroz - Cinecutre.com

Cuidadosamente seleccionada por su baja calidad cinematográfica, El hombre que salvó la tierra-Dünyayı Kurtaran Adam (1982), conocida como el Star Wars Turco, es “una Space Opera de gran ambición y poco presupuesto llena de trampolines, efectos especiales de dudosa calidad y todo tipo de infringimientos por copyright. Tiene metraje de la película original de George Lucas, 19 películas insertadas sin copyright".

"Y utiliza ocho bandas sonoras, desde Indiana Jones hasta Flash Gordon. En Turquía en los 80 no había leyes de copyright y había una demanda de cine increíble. Los creadores tenían que ingeniárselas para hacer montón de películas al año. No tenían guionistas, no tenían presupuesto, no tenían casi nada y utilizaban lo que tenían a su mano para hacer películas”, apunta.

Fotograma terrorífico que explica la presencia de 'El hombre que salvó la tierra' en el primer visionado del cine cutre.

La obra, defiende, “es una auténtica maravilla, y lo digo sin ironías. Sí, tiene unos efectos especiales súper pobres y una picaresca turca extraña de robar absolutamente todo de todas partes, pero aún así es interesante y muy divertida dentro de lo que es, una peli con robots de cartón”.

Más de el 'Star Wars Turco'. Espeluztacular.

Es su elección para debutar en Pamplona “precisamente porque no tiene derechos, porque si los tuviera se la llevarían las productoras de todas las pelis a las que ha robado. Pero también es cierto que es de las mejores y también de las más desconocidas. No es The Room de Tommy Wiseau, la película con cuya adaptación de cómo se hizo, The disaster artist, James Franco acabó ganando una Concha de oro en Donostia. Esa es una de las que me gustan, pero hay muchas y siempre cambia. Por ejemplo, el año pasado tuvimos Mi novia Otaku, que es una auténtica bazofia, pero que no deja de ser una peli hecha en Venezuela con un presupuesto mínimo”, dice.

Una forma de contracultura

A Xabier siempre le ha gustado el cine, “y cuantas más películas veo más películas me quedan por ver y siempre acabo buscando géneros más específicos, cosas que conoce menos gente. Uno de esos subgéneros es ver películas malas a propósito para reírme del fracaso ajeno, pero también para saber cómo no hacer cine y porque es diferente y una forma de contracultura que hay que aceptar como parte de la cultura”.

Porque lo que no le gusta es “el cine mediocre, el que no me deja ningún tipo de poso ni me hace sentir nada. Si me hace sentir algo, lo considero valioso y bueno. Se da la vuelta. El cine bueno y el cine cutre para mí son lo mismo. Se juzgan con diferentes miradas, pero no deja de ser la expresión definitiva del arte, que es algo que te genera una emoción”, asegura.

La reivindicación y disfrute del cine cutre nació en España a comienzos de siglo con “una página web que empezó cuando Internet era de los humanos. Ha ido evolucionando a redes sociales y ha saltado también a los cines. En Madrid celebramos el festival internacional CutreCon, y se hacen un montón de proyecciones en muchas ciudades”, reconoce.

El formato “tiene muchos fieles y gente que viene a todos los visionados, que grita, que hace chistes y monta jaleo, que es la esencia. Hay hooligans absolutos, pero también gente nueva que se encuentra con esto y flipa”. 

En su estreno en Pamplona, Xabier espera “lo mejor. Navarra es una comunidad pequeña pero muy cinéfila. Lo demuestra su creciente industria cinematográfica. Esperemos que esta propuesta llegue, que salga bien y venga gente a armar barullo”, confía. Su intención es “crecer más como comunidad y enganchar al público. Esto es algo bonito y también un virus. Una vez te ataca no lo puedes dejar”.