Se dice de San Fermín que son las fiestas más universales. Las calle de Pamplona se llenan de acentos, historias y culturas de todos los rincones. Pero no solo en cuanto a territorios. También están incluidas y tienen planes para disfrutar de las fiestas personas de todas las edades. Hasta los más mayores. Aunque tengan 100 años.

Este viernes se ha celebrado el Día de las Personas Mayores. El Ayuntamiento de Pamplona ha aprovechado la ocasión para hacer un homenaje a las personas que este año se han convertido en centenarias. Son unos cuantos Sanfermines a las espaldas. 11 fueron invitadas, pero solo 8 de ellas pudieron acudir. Se trata de María Patrocinio Iraizoz, María Ángeles Esáin, María Esther Laguardia, Gloria Lusarreta, Dionisio Munárriz, Teresa San Román, Carmen Navarro, María Carmen García, Cecilia Barcos, María Pilar Uriz, Consuelo Fernández y Socorro Pérez y Manuel Larrión.

La Casa Consistorial les ha abierto sus puertas y el grupo Orgullo Navarro les ha recibido con una jota especial: “Quien maltrate a los mayores no tiene perdón de Dios, pues bastante han trabajado”, rezaba la canción de bienvenida.

El acto ha estado presidido por el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón: “Vuestra presencia aquí es un bonito ejemplo de lo que es el auténtico pilar de los Sanfermines”. Ha apuntado que este año se ha aumentado la programación en los barrios para acercar las fiestas al mayor número de gente posible sin tener que desplazarse.

Miembros de la Corporación les han hecho entrega de un ramo de flores y un pañuelo de San Fermín con sus nombres y apellidos bordados.También se les ha concedido a Carmen Navarro y a María Carmen García, que cumplieron los años hace escasos días, un broche y un pin con el escudo de Pamplona. “Es un acto emocionante”, ha reconocido Navarro. El 3 de julio cumplió 100 años. Se declara a sí misma como “sanferminera y taurina”, y aunque la edad ya no le permite vivir las fiestas desde la mañana hasta la noche, recuerda que en su juventud lo daba todo: “Empezaba por el encierro, la corrida de toros, el encierrillo... No me perdía nada”. Aunque reconoce que hay una cosa que ha mejorado respecto a los Sanfermines de antes: “Tengo fotografías de mis hermanos con pantalón azul y chaqueta. Ahora vais con esos uniformes muy bien. Disfruto verlos”.

María Esther Laguardia también admite que las fiestas han cambiado. A sus 100 años y medio, recuerda que los fuegos eran en la Plaza del Castillo y que luego la fiesta no se podía alargar mucho más: “Teníamos que ir a casa pronto, si no nos daban un palo. Queríamos y no podíamos. Ahora ya no podemos”. El San Fermín que más le gusta es el de tarde. “Voy a la Plaza Margarita con mi cuadrilla. Para mí es lo mejor que hay”, afirma Laguardia.

Gloria Lusarreta, otra de las centenarias premiadas, tampoco le hace ascos a los planes de San Fermín: “Me ha gustado salir a todas horas. Me levantaba al encierro, iba a los toros y a las verbenas”. Advierte que, a día de hoy, hay que tener más cuidado que antes: “Lo que más ha cambiado es que ahora hay más gamberros que antes. Y con menos salero”.

El acto finalizó con un aperitivo para las personas homenajeadas y sus familiares.

Programa de este viernes

Pero no solo los centenarios disfrutaron del Día de las Personas Mayores. El resto, ha podido acudir a las distintas actividades organizadas en las calles de la capital navarra. A las 10.45 horas ha tenido lugar la tradicional misa en la capilla de San Fermín.

A las 12.00 horas, las sillas del Paseo Sarasate han empezado a llenarse para escuchar en directo la música de Rondallas Yoar y Armonía.

Decenas de personas han acudido al espectáculo musical. Algunos, como Antonio Díaz, han ido sin saber muy bien el plan: “He venido porque me han dicho que había jotas, pero ando un poco perdido”. Con su instrumento a la espalda, no quería desaprovechar una posible ocasión de tocar. Forma parte del grupo Los Amigos del Arte, fundado en 1918 y ya desaparecido. “De Pamplona de toda la vida”, como él mismo reconoce.

Vive los Sanfermines con tranquilidad, pero aún tiene energías para los planes que ha hecho toda la vida: “Algún almuerzo con la cuadrilla y un poco de juerga durante el día en la peña La Única”. De hecho si no veía a alguien conocido, reconoció que se iría a l local a pasar la mañana. Lo que ya no hace es correr el encierro: “Iba pero con mucho miedo. Siempre al principio de la Estafeta para llegar a la Plaza de Toros. Ya lo conseguí alguna vez”.

Pili también se ha acercado a disfrutar del concierto. Por la mañana es cuando más planes hace: “Vamos a los Gigantes y nos tomamos algo”. Afirma que San Fermín ha cambiado bastante, especialmente el día de la procesión, el 7 de julio: “Hay mucho postureo. Echo en falta que antes, cuando salía el Santo, todos aplaudíamos. Ahora no hay más que móviles”.

El día de Bienvenido Anguiano también es completo. Para él, la música es imprescindible. Viene al Paseo Sarasate a ver las jotas y luego a la Plaza de la Cruz, a disfrutar del concierto de bandas. El deporte rural es otra de sus aficiones estos días: “Antes había otras cosas, como caballos tirando de cosas, que ahora no hay, pero yo creo que está bien que lo hayan quitado”, declaró.

Las calles de Pamplona estos días van a estar repletas de personas mayores. Incluso de gente centenaria. Aún les queda mucha fiesta por ofrecer y vivir. San Fermín, estas fiestas que son tan universales, no entienden de edad.