Carlos Arias Navarro y la Txantrea
Un repaso a la trayectoria del político que anunció la muerte de Franco y cuyo paso por Navarra permanece hoy en un segundo plano
El anuncio de la muerte de Francisco Franco Bahamonde, un 20 de noviembre de hace cincuenta años, probablemente vaya unido en el recuerdo de muchas personas a la imagen de quien fue el portavoz de la noticia, Carlos Arias Navarro. «Españoles, Franco ha muerto», fue el lánguido mensaje de un hombre al que se veía compungido y casi lloroso en aquella televisión en blanco y negro.
Arias Navarro ha pasado la historia como el último presidente del Gobierno de España del régimen franquista y el primero de la Monarquía, ya que tras la muerte del dictador fue ratificado en el cargo por el rey Juan Carlos I y formó su primer gobierno. Continuó en este puesto hasta julio de 1976, en un mandato donde tuvieron lugar los dramáticos sucesos de Vitoria o los de Montejurra, con el triste resultado de varias víctimas mortales.
Quizá, sin embargo, lo que no es tan recordado es su paso por Navarra en calidad de gobernador civil. Reputado abogado, después fiscal, tras el golpe de Estado de julio de 1936 tuvo un papel destacado en la dura represión que se produjo en Málaga por parte de las tropas franquistas, con el balance de miles de muertos en la retaguardia de esta provincia, lo que le valió el calificativo de «Carnicerito de Málaga». Antes de llegar a nuestra provincia, fue gobernador civil de León y Tenerife, siendo nombrado sustituto de Luis Valero Bermejo el 15 de octubre de 1954, hasta entonces gobernador y jefe provincial del Movimiento en Navarra.
Si Valero Bermejo se hizo muy popular al abanderar el proyecto de casas baratas de la Txantrea, lo que le sirvió para que el campo de fútbol de este barrio llevara su nombre hasta bien entrado el siglo XXI, Carlos Arias Navarro no desaprovechó el tirón populista y participó de llenó en el proyecto, protagonizando varias entregas de llaves a los vecinos o bendiciendo las nuevas viviendas de este barrio obrero. Algunas de estas imágenes se pueden entresacar del libro «Txantrea 1950-1962» (Lamiñarra, 2025).
En 1957 dejó Navarra para acceder al cargo de director general de Seguridad, alto organismo encargado del orden público y el control de los cuerpos policiales. Papel que en una dictadura lo sitúa como responsable de primera línea en la actividad represiva contra la oposición política antifranquista.
No dejó de ascender, ya que en 1965 fue nombrado alcalde de Madrid y en 1973 ministro de la Gobernación, en un nuevo gabinete encabezado por el almirante Luis Carrero Blanco. El asesinato del presidente del Gobierno, en diciembre de 1973, posibilitó su nombramiento para el mismo cargo, gracias sobre todo a su proximidad a la familia del dictador.
Como hemos dicho, su carrera política no terminó con la muerte de Franco, tras dejar el cargo de presidente del Gobierno a mediados de 1976, principalmente por su apuesta por mantener el legado del Caudillo, en las elecciones de 1977 se incorporó al partido Alianza Popular (AP), liderado por Manuel Fraga. Fue candidato al Senado por Madrid, pero no resultó elegido, lo que finalmente lo llevó a desaparecer del panorama político de la Transición.
Murió en Madrid a finales de 1989, a los ochenta años de edad.