Pamplona. Ha pasado un año desde que se convirtiera en la gran sorpresa de la pasada edición del mano a mano. Idoate superó cinco eliminatorias y se plantó en semifinales. El campeón, Xala, le apeó entonces. Ahora parte como cabeza de serie.
¿Cómo llega a su estreno en el Manomanista?
He entrenado bastante bien, estoy centrado y tengo ganas de que llegue el sábado para empezar a jugar.
Ha pasado un año desde que alcanzara las semifinales en su primera participación en el torneo. ¿Cómo lo ha vivido?
Ha sido un año un tanto complicado porque no he jugado tantos partidos en invierno. Y es que el pelotari que se queda fuera del Parejas no tiene muchos partidos, juegas cada mucho tiempo, pierdes la confianza y no estás rodado, pero he entrenado bien y he tenido la suerte de que este último mes he jugado un partido a la semana y eso, al final, te da rodaje. Creo que llego en un buen momento, pero afronto una situación nueva. Ahora no vengo rodado ni nada, pero prefiero estar en cuartos que empezar desde el principio.
¿Siente presión?
La presión es la que se mete cada uno. Es la presión de querer ganar, nada más. Ahora solo queda intentarlo, correr lo máximo posible, darle lo más fuerte que se pueda e intentar ganar.
Durante este último año también tuvo la opción de cambiar de empresa. ¿Cómo fue aquel asunto?
Fue una situación un poco incómoda y creo que me pasó factura porque tenía la cabeza en otro lado. Tuve un bajón y fueron días de tensión, de nerviosismo y de situaciones complicadas. Al final decidí quedarme en Aspe porque estoy muy a gusto con Jokin (Etxaniz), Justo (Lillo), Txema (Urrutia) y toda la gente de Aspe.
Mikel Beroiz estuvo en su misma situación y apostó por cambiarse a Asegarce. Recientemente dijo que no se arrepentía. ¿Y usted?
Tampoco me arrepiento de nada. Estoy muy a gusto donde estoy.
El sábado reedita la eliminatoria de cuartos que hace un año disputó con Asier Olaizola, pero con los papeles cambiados.
Va a ser diferente. El viernes pasado ya se vio que Asier está muy bien, con mucha chispa, en esa derecha tiene un auténtico cañón y se vio que está rematando, que está restando bien los saques y que se encuentra en un momento muy bueno. Sin embargo, yo tengo ahora la incertidumbre. Entrenando estoy a gusto, pero al vestirse de blanco todo cambia y habrá que ver.
Hace un año le ganó con holgura (8-22). ¿Cómo puede repetir?
Haciendo todo bien. En estos niveles, si no juegas perfecto, no ganas. Tendré que hacer todo perfecto: defender muy bien, intentar moverle y buscarle la izquierda, pero, aun jugando perfecto, puedes ganar y perder.
¿Sería un fracaso perder?
Sería un fracaso no intentarlo. Una persona que se deja todo en la cancha, que lo intenta, que corre lo máximo posible... Puedes tener un buen día o un mal día, pero, si lo intentas, no es un fracaso. Un fracaso sería salir a la cancha y no intentarlo.
¿Cómo ve al resto de supervivientes en el mano a mano?
Como siempre, muy fuertes. Hay una hornada de pelotaris increíble. Están Aimar, Irujo, Xala, Retegi, Bengoetxea, Gonzalez, Asier... La verdad es que son unos pelotaris increíbles, están todos en un nivel fantástico, pero hay que jugar de blanco, hay muchas sorpresas y puede ganar cualquiera.
Cada vez hay más igualdad y más candidatos.
Los candidatos cambian. En el Parejas parecía que Irujo-Barriola y Aimar-Beroiz iban a jugar la final y luego fueron otros los que la jugaron. Aquí nunca ha habido un favorito que se vaya a llevar la txapela desde el principio. Eso es cosa de los medios de comunicación y de los aficionados, que ven a unos más fuertes que a otros, pero en la cancha todo se iguala y gana el mejor.
Va a debutar el sábado en el Labrit. ¿Cómo recibió la noticia de que iba a jugar en Pamplona?
Con mucha alegría. Tengo ilusión por revivir momentos del año pasado. Espero que venga mucha gente a pasar un buen rato. Mis amigos y mi familia van a venir y espero que se anime mucha más gente. La verdad es que ver el Labrit lleno es muy bonito. Espero que el sábado suceda.