Aitor Elordi y José Javier Zabaleta son justos campeones. Han sido los más regulares durante todo el campeonato, aunque eso no vale de nada en la final, porque es el día en el que sólo vale ganar. En el Navarra Arena fueron superiores adelante, atrás y en todos los lados, mientras que Laso e Imaz jugaron siempre a contracorriente y así es muy difícil disfrutar y resultado todavía más complicado ganar.

La de ayer fue una final con muchos errores, sobre todo de Laso, pero es su forma de jugar y tenía que arriesgar. No le salieron las cosas y el partido no fue espectacular, pero son cosas que pueden pasar en una final porque hay mucho en juego y, además, cuando una pareja se muestra muy superior a la otra, pasan estas cosas.

Me esperaba más del partido porque los mismos protagonistas disputaron hace 15 días en el Labrit un partidazo en la segunda jornada de la liguilla de semifinales. Entonces ganaron Laso e Imaz, pero ayer Zabaleta estuvo muy bien y Elordi apenas hizo regalos, mostrándose muy superiores en todo momento.

Aunque Zabaleta era el más experto de la final y su compañero el único que nunca había disputado un partido con una txapela en juego, lo cierto es que Elordi se comportó como un auténtico veterano. La verdad es que no vi nervioso a ninguno de los cuatro pelotaris, pero Zabaleta, que es una persona muy tranquila y que juega a su ritmo, transmite mucha seguridad a Elordi y eso también suma.

En definitiva, Elordi y Zabaleta han sido la mejor pareja del campeonato, con el zaguero dándole mucho desde atrás y con el delantero acabando los tantos. Se puede decir que se han comportado como la pareja perfecta, por lo que las txapelas para ellos son más que merecidas, aunque lo que han hecho Laso e Imaz llegando dos años seguidos a la final no es fácil y eso se va a valorar con el paso del tiempo. Han ido de menos a más, entraron en semifinales a través del play off y luego nos deleitaron con algunos partidazos.

El autor es pentacampeón del Parejas