vitoria. Ibon Gogeaskoetxea, considerado por el Ministerio del Interior como número uno de ETA, fue detenido ayer en una pequeña localidad francesa junto a otros dos presuntos miembros de la organización, Beñat Aginagalde y una tercera persona aún por identificar. El comunicado remitido a la prensa por el ministerio español asegura que es una operación de "gran impacto" y para su responsable, Alfredo Pérez Rubalcaba, demuestra que ETA sigue a la suyo, es decir, intentando "atentar gravemente".

Mientras el mundo político continúa especulando sobre las verdaderas intenciones de ETA tras darse a conocer la propuesta política de Batasuna, la Policía o, más exactamente, las Policías, redoblan su ofensiva haciendo buena la reciente aseveración de Rubalacaba de "todos contra ETA".

La operación de ayer se considera especialmente importante por el perfil de los detenidos. Además del supuesto número uno, se cree que los otros dos eran "importantes miembros liberados" que constituían un comando especial" listo para entrar en el Estado español "con las peores intenciones", según Rubalcaba.

operación abierta La intervención policial no se inició hasta la mañana de ayer, cumpliendo con la norma francesa de no actuar al amparo de la noche. Los tres activistas fueron sorprendidos en una casa rural de la pequeña localidad de Cahan, en la Baja Normandía. Según la nota de Interior, la operación fue consecuencia de la "permanente vigilancia de la Guardia Civil con la policía francesa". La vivienda habría sido alquilada con documentación falsa y el vehículo que usaban llevaba placas falsas.

Según el Ministerio del Interior, en casi año y medio la Policía ha infligido tres golpes a la dirección militar de ETA con la detención de Garikoitz Azpiazu, Aitzol Iriondo y Jurdan Martitegi. Además, en el caso de Gogeaskoetxea, Interior asegura que se trata del máximo responsable de la organización, en cuyas estructuras llevaría integrado durante trece años. En el registro, la Policía encontró tres armas cortas, material informático y diversa documentación. Al cierre de esta edición, la operación seguía abierta.

El supuesto número uno de ETA, de 55 años y natural de Gernika, huyó a Francia en 1997, después del atentado contra el Guggenheim en el que murió el agente de la Ertzaintza José María Agirre, siempre según la información facilitada por el Ministerio del Interior. El 27 de noviembre de 2006, Gogeaskoetxea fue condenado en rebeldía a siete años de prisión por la Justicia francesa.

En cuanto a Beñat Aginagalde, hernaniarra de 26 años, está acusado de formar parte del comando al que se le atribuyen los asesinatos del empresario azpeitiarra Inaxio Uria e del ex concejal socialista Isaías Carrasco junto a Mikel Garmendia e Iraitz Santa Cruz -recientemente detenidos-, Ugaitz Errazkin y Jurgi Garitagoitia, ambos en paradero desconocido. También formaba parte del comando Manex Castro, arrestado por la Ertzaintza justo hace un año.

La identidad del tercer detenido inicialmente se atribuyó a Gregorio Jiménez Morales, un histórico de la organización, que según Interior habría reingresado en ETA en 2001 tras una larga trayectoria iniciada en 1981. Sin embargo, trece horas más tarde de la detención, el Ministerio del Interior envió un nuevo comunicado en el que aseguraba que la Guardia Civil "prácticamente ha descartado" que se tratara de Jiménez Morales. Al cierre de esta edición, aún continuaba sin conocerse la identidad del tercer activista .

Rubalcaba, aseguró que "se muevan por donde se muevan siempre van a tener un policía". En una comparecencia que realizó en Madrid horas después de conocerse el resultado de esta operación conjunta entre la Gendarmería y la Guardia Civil, Advirtió de que las fuerzas de seguridad trabajan por detener a quienes están en la cúpula, pero también a los que están en la base, a quienes cometen atentados, a quienes "están jugando en el equipo y a quienes se están preparando para jugar".

Así será hasta que "esto acabe definitivamente", aseguró Rubalcaba, que no desaprovechó la ocasión para resaltar la importancia de la detención de Ibon Gogeaskoetxea porque, "en la medida en que la banda va perdiendo peso político, el aparato militar va siendo cada vez más definitivo". "Ahora son los de las pistolas los que mandan" en ETA, para argumentar la importancia de esta detención.

Además aprovechó el éxito policial para enviar un recado a la izquierda abertzale. "Hay que decirle a esa izquierda abertzale que produce documentos que la disyuntiva en democracia es clarísima, o votos o bombas", "o convencen a ETA de que dejen de atentar o rompen definitivamente con ETA". "La ambigüedad ya no vale. Esto se ha acabado".