Sallent de Gállego (huesca). La localidad oscense de Sallent de Gállego recuerda desde ayer con una placa a los guardias civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas asesinados hace diez años por ETA en esta población. Ubicada en la fachada del Ayuntamiento, próximo a la plaza en la que fueron asesinados los agentes, la placa fue descubierta por las madres de ambos y por el general jefe de zona de la guardia civil, Germán Rodríguez. "El pueblo de Sallent de Gállego en memoria de los Guardias Civiles Irene y José Ángel, víctimas del atentado terrorista el 20 de agosto de 2000", reza la inscripción que se descubrió después una ofrenda floral en la plaza en la que explotó la bomba lapa adosada al vehículo de la Guardia Civil hace diez años y en la que se guardó un minuto de silencio en recuerdo de todas las víctimas del terrorismo. El padre de Irene, José Antonio Fernández, aseguró tras el acto que está "como el primer día porque esto no se olvida nunca" y que se sigue "despertando con el petardazo" porque un hecho como éste "te cambia la vida".