alsasua. Los vecinos de la comarca navarra de la Sakana, una zona emblemática para la izquierda abertzale al haber sido la cuna de plataformas políticas como Batasuna, han recibido el anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA con satisfacción, pero con la convicción de que "quedan todavía muchos pasos por dar" en el futuro.

Horas después de hacerse público el comunicado de ETA, la normalidad y la tranquilidad eran las notas predominantes en las calles de pueblos como Alsasua, Lakuntza, Etxarri Aranatz, Bakaiku o Arbizu. Únicamente los numerosos carteles y pintadas que permanecen en sus calles con pintadas o fotografías de presos de ETA, en favor de su agrupamento en cárceles cercanas a la Comunidad Autónoma Vasca o pidiendo la amnistía recuerdan que son varios los vecinos de la comarca encarcelados por su relación con la organización terrorista.

La alcaldía que Bildu ostenta en Alsasua o Etxarri Aranaz puede de alguna forma recordar que fue en este primera localidad cuando el 24 de octubre del año 1977 se constituyó la Mesa de Alsasua, dando paso posteriormente a la creación de Batasuna.

"No se ha celebrado de manera especial, lo mejor es vivirlo con tranqulidad y con normalidad", señaló la alcaldesa de Alsasua, Garazi Urrestarazu, de Bildu, al ser preguntada por Efe sobre la reacción de los habitantes de este pueblo de unos 8.000 habitantes, situado a menos de 50 kilómetros de Pamplona.

algo esperado En cualquier caso, Urrestarazu comentó que era algo que ya se esperaban. "Por supuesto que es positivo, es un paso más para abrir un gran momento en Euskal Herria, un paso imprescindible, pero quedan todavía muchos pasos por dar", advirtió.

Y es que, subrayó, "no quiere decir que haya llegado la paz a este pueblo porque ETA haya cesado su actividad armada, sino que se tienen que dar muchos pasos todavía". Por eso, la alcaldesa alsasuarra abogó por instar a los estados francés y español "a dar ellos también pasos, a reconocer los derechos políticos y los derechos de decisión de este pueblo".

Esta misma idea fue repetida por varios vecinos de este pueblo y del cercano Etxarri Aranatz al ser preguntados sobre el asunto. "Una parte ha cedido, ahora tiene que ceder la otra", dijo uno de ellos, que, al igual que el resto, no quiso identificarse.

De forma diferente piensan, sin embargo, otros oriundos de la zona como Salvador Ulayar, quien en enero de 1979, cuando tenía 13 años, fue testigo de cómo un etarra mataba a su padre en Etxarri Aranaz, localidad de la que había sido alcalde. En la actualidad, según explicó en declaraciones a Efe, reside en Pamplona y "muy raramente" vuelve a este pueblo, donde mantienen su casa familiar, aunque cerrada.

Ulayar se mostró convencido de que en estos momentos "ETA ha ganado terreno" por lo que no augura cambios en la comarca de Sakana, una zona, dijo, que "a base de miedo y de muertos se ha moldeado socialmente".

"El que no era nacionalista y tenía un hijo, éste terminaba siendo nacionalista, y el que era nacionalista moderado y tenía un hijo, éste terminaba siendo batasuno", explicó Salvador Ulayar, quien consideró que en estos pueblos "se ha matado la libertad". A su juicio, esta situación no va a cambiar tras el anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA. "Cómo va a dar la vuelta si están ganando", lamentó. "ETA ha ganado terreno, tiene mucho poder, y ahora va a tener más", enfatizó.

Y todo ello porque, según sostuvo, el anuncio de ETA "es un engaño". "ETA está respondiendo a algo que ya se le ha retribuido previamente, porque tiene el mayor político, económico e institucional que jamás hubiera soñado, pero se están empeñando en que los pistoleros son una cosa y el resto de la banda es otra", criticó.