pamplona. En concreto, la primera en declarar explicó que Cervera y ella se habían citado aquel domingo para tomar el aperitivo y que, aunque intentó ponerse en contacto telefónico con él, no respondió a su llamada. Posteriormente, fue el propio exdiputado popular quien le devolvió la comunicación y le dijo que había sufrido un contratiempo, pero no sin llegar a especificarlo.

A continuación compareció Maribel Beriáin, quien fuera concejala en el Ayuntamiento de Pamplona por UPN, que remitió un mensaje de texto a Cervera para interesarse por el estado de su padre, quien se encontraba en aquellos momentos ingresado en un centro clínico de la capital navarra. Ese mensaje fue respondido por el exdiputado del PP mediante una llamada telefónica en la que mantuvieron una breve conversación en la que intercambiaron comentarios sobre sus familias. En este caso, Cervera no mencionó que hubiera sufrido incidente alguno y la testigo comentó que fue conocedora de la detención del exdiputado al día siguiente, al leerlo en la prensa. Beriáin dijo que ve incapaz a Cervera de cometer cualquier inmoralidad y le defendió como "muy buena persona".