pamplona. La Ertzaintza detuvo ayer a Urtza Alkorta, condenada por colaborar con ETA, tras un operación policial de tres horas en la que desalojaron a varios centenares de simpatizantes que llevaban cinco días concentrados en la localidad de Ondarroa para evitar su arresto. La operación se llevó a cabo sin incidentes destacados, si bien hubo otros dos arrestados que por la tarde quedaron en libertad y trece agentes contusionados leves. Como ocurrió el pasado 19 de abril en el Boulevard de San Sebastián se montó desde el pasado viernes un muro humano de protección de Alkorta con la presencia de medio millar de personas en el municipio vizcaíno de Ondarroa. Alkorta debía ser arrestada por orden de la Audiencia Nacional para cumplir una condena de cinco años de cárcel por ayudar a un comando de ETA. Para dificultar la operación, la joven se instaló en la mitad de un puente peatonal sobre la ría, de unos 50 metros de longitud y unos cuatro de ancho, junto con los concentrados. La Ertzaintza decidió detenerla con un despliegue comenzó poco antes de las 07.00 horas, cuando una treintena de furgonetas de la Policía vasca llegó al pueblo. Entre forcejeos y gritos por parte de los concentrados, los agentes fueron desalojando uno a uno a los concentrados sin necesidad de cargar. Tres horas después, sobre las 10.00 horas, fue detenida Alkorta, a quien trasladaron a la cárcel de Zaballa.

El proceder de la Ertzaintza fue aplaudido por todos los grupos políticos a excepción de EH Bildu. La portavoz parlamentaria, Laura Mintegi, criticó la actuación de la Ertzaintza y le preguntó si "va a ser una policía vasca o un brazo de la policía española". El lehendakari Iñigo Urkullu expresó su satisfacción por la operación y pidió a la izquierda abertzale que no tensione "inútilmente" a la sociedad cuando sabe que la Ertzaintza debe acatar órdenes judiciales como la del arresto de ayer.