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Torres reconoce su firma en 21 facturas falsas, pero alega no saber qué firmaba

El gerente de ganasa dice que no entiende de contabilidad y rechaza tener responsabilidad Iribarren garantiza que desconocían la forma de operar, pese a que el acusado afirma que lo habló con el Gobierno

Torres reconoce su firma en 21 facturas falsas, pero alega no saber qué firmabaIBAN AGUINAGA

Pamplona. Uno de los motivos principales de la causa abierta contra Rafael de la Rica es la emisión de pagarés y facturas falsas entre FI Reforestaciones y Plantaciones Forestales. Dos sociedades con estrechos vínculos económicos y empresariales, y que entre 2004 y 2005 facturaron por trabajos que luego no se llegaron a realizar.

Lo admitió el acusado, que justificó su actuación en la necesidad de hacer frente a los problemas de tesorería que desde el principio sufría la compañía, que había nacido lastrada por la decisión de Caja Navarra de no participar como socio financiero en el proyecto tras el escándalo del apartahotel de Gorraiz. "Era el sistema de financiación. Se emitía una factura y se descontaba al banco", explicó De la Rica, que en su defensa alegó que no hubo daños a terceros. Aseguró además que mantenía reuniones frecuentes con Miguel Ángel Iriso, alto cargo del Gobierno y gerente de Nafinco, y que éste conocía cómo se funcionaba. Asimismo, la defensa subrayó que en las auditorias, que luego se trataron en el consejo, se recogía esta forma de operar. Algo que sin embargo fue cuestionado por la fiscal, que destacó que la redacción no era lo suficientemente clara como para interpretar la falsa facturación.

Torres, en la diana La defensa hizo constar además que para realizar la operación era imprescindible la colaboración de José Torres, aquellos años apoderado de Plantaciones Forestales con las mismas responsabilidades administrativas que De la Rica. Al actual gerente de Ganasa, que acudió a declarar como testigo citado por la defensa y que dijo no recordar las facturas, le fueron mostrados 21 pagarés con su firma. Visiblemente nervioso y a la defensiva, Torres reconoció la rúbrica, pero negó complicidad con la actuación de su socio. Aseguró que era De la Rica quien le trasladaba los documentos, y que al firmar desconocía si eran para obras sin realizar o facturas repetidas. "No sabía qué pasaba luego", afirmó. El gerente de Ganasa argumentó que nunca llegó a ver las cuentas anuales de la empresa que era apoderado y, ya a preguntas de la fiscal, incluso alegó que no entiende bien de contabilidad. Dado su perfil técnico, se centraba siempre en las labores forestales realizadas sobre el terreno.

Esta versión fue ratificada por Francisco Iribarren, que destacó que pese a tener poderes idénticos las responsabilidades estaban claramente delimitadas entre Torres y De la Rica. En su declaración como testigo, el exconsejero de Economía también negó conocer la polémica facturación. "Ni nos lo imaginábamos", enfatizó.