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Rouco usa a Suárez para alarmar sobre el riesgo de otra guerra civil

Los reyes presiden en la catedral de Madrid el funeral de Estado por el expresidente del Gobierno

Rouco usa a Suárez para alarmar sobre el riesgo de otra guerra civil

madrid - Decidido a mantener su discurso conservador hasta el último instante -está a punto de ser jubilado por el papa Francisco- el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, volvió ayer a dar muestras de su talante más reaccionario al alertar durante el funeral de Estado por el expresidente Adolfo Suárez de los riesgos de otra guerra civil.

Sin aludir expresamente al debate soberanista en Catalunya, Rouco instó a extraer consecuencias de la vida de Suárez "mirando al bien de España, a su presente y a su futuro", antes de afirmar: "La concordia fue posible con él; ¿por qué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas?"

La homilía del cardenal-arzobispo destacó que el expresidente, de quien subrayó su fe cristiana, buscó "tenaz y generosamente" la reconciliación entre los españoles. En especial de los jóvenes, continuó, que querían "superar para siempre la Guerra Civil" y "los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar".

El funeral de Estado comenzó puntualmente a las 19.00 horas. Antes, la veintena de mandatarios que asistió al funeral se trasladaron al lateral de la catedral, donde uno por uno saludaron a los reyes, a los príncipes, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a Adolfo Suárez Illana.

El hijo del exjefe del Ejecutivo, en representación de la familia de Suárez, recibió numerosas muestras de calor y afecto de la Familia Real, tanto al comienzo como al final del funeral, en esta ocasión extensibles al resto de hijos y nietos.

Según explicó un portavoz del Palacio de la Zarzuela, el saludo de los mandatarios, entre los que se encontraba el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, se llevó a cabo en el atrio de la catedral madrileña siguiendo el orden alfabético de los países extranjeros.

En la bancada a la izquierda de la Familia Real se sentaron el presidente del Gobierno y los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero -estos dos últimos dialogaron animosamente antes de la ceremonia-. El resto de autoridades del Estado, incluyendo los presidentes autonómicos, se sentaron en las bancadas de detrás.

barcina, Urkullu y Mas Entre los presidentes autonómicos destacó la presencia de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, del de la Generalitat, Artur Mas, que charló animosamente con su homólogo de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, sentado a su derecha, y en menor medida con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, sentado en el banco de delante. Acto seguido, Mas se despidió con un apretón de manos de todos los ministros y abandonado la iglesia dialogando con el lehendakari, Iñigo Urkullu. - D.N./Europa Press

El papel del rey en el 23-F, en duda

Desclasificación. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, anunció que su grupo en el Congreso va a pedir que se proceda a la desclasificación de todos los documentos, cintas y grabaciones relacionadas con el golpe de Estado del 23-F. "El país tiene derecho a conocer con mayúsculas todo lo que pasó y en todo lo que tuvo que ver la Monarquía, por si nos han tenido viviendo muchos años sobre una inmensa mentira", dijo Lara refiriéndose al último libro de la periodista Pilar Urbano La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar, donde se plantea que el monarca estaba al tanto y que Suárez estaba en contra de un autogolpe.

Un momento de la historia. El exministro de UCD Marcelino Oreja calificó de "cúmulo de falsedades e inexactitudes" las afirmaciones de la periodista Pilar Urbano sobre los planes del rey de remplazar al entonces presidente Adolfo Suárez, por el general Alfonso Armada y las ha achacado a que la escritora quiere "vender un panfleto sin el menor respeto a la verdad". A su juicio, Suárez dimitió "por su propia personalidad, por su grandeza" y por un "ejemplo de honradez, de patriotismo, de coraje".