madrid - El líder del PSOE, Pedro Sánchez, confía en poder cerrar un acuerdo de gobierno a finales de mes con Podemos y Ciudadanos de modo que la investidura pueda celebrarse a primeros de marzo y ello, pese al rechazo de Mariano Rajoy, que no descarta presentarse más adelante si el primero fracasa. La breve entrevista en el Congreso entre el presidente del Gobierno en funciones con el secretario general del PSOE, de apenas media hora, estuvo marcada por la polémica por la ausencia de una imagen con el saludo en público entre ambos dirigentes políticos, así como por el rechazo mutuo a apoyarse en una investidura y la ausencia del tema de la corrupción.

Al inicio del encuentro y en presencia de los fotógrafos, Sánchez le tendió la mano a Rajoy pero éste, que estaba pendiente de las cámaras y abrochándose la chaqueta, no le devolvió el saludo. La imagen de Sánchez con la mano en el aire desató una tormenta que poco más tarde quisieron aplacar ambos aclarando que se habían estrechado la mano pero en privado, antes y después de la reunión. De hecho Sánchez aseguró, en su comparecencia ante los medios, que el presidente del Gobierno en funciones no había visto el momento en el que le tendía la mano porque estaba mirando a otra cámara y “no se ha dado cuenta”.

Más allá del malentendido que sacudió las redes sociales, Rajoy y Sánchez insistieron en que no se apoyarán recíprocamente en una hipotética investidura, a la que el líder del PSOE todavía no pone fecha concreta y a la que el presidente del Gobierno tampoco renuncia en un futuro. Sánchez aspira a poder tener un acuerdo de gobierno progresista y reformista “lo suficientemente maduro” a final de este mes para acudir a la investidura a primeros de marzo. Para conseguirlo, el líder socialista tampoco pide la abstención del PP.

“Desgraciadamente, las fuerzas de izquierda no suman más que las fuerzas de centro-derecha. En Portugal, las fuerzas del cambio se entendieron y las fuerzas del cambio en España tienen distintos colores”, aseguró Sánchez en alusión a la necesidad de incorporar a Podemos y Ciudadanos.

A la espera de ver qué formato tendría su eventual gobierno, el secretario general del PSOE expresó su voluntad de incorporar a “independientes de prestigio” como reflejo de la “naturaleza transversal” que le quiere dar a ese Ejecutivo.

También reclamó a Rajoy que abandone la “campaña del miedo” iniciada, a su juicio, por algunos de sus ministros en funciones, en contra de un acuerdo de gobierno con Podemos. No entró en este asunto Rajoy, que expresó su determinación de empeñarse en trabajar para que el PSOE facilite un gobierno presidido por él porque además cree que todavía hay tiempo para ello.

El jefe del Ejecutivo en funciones negó que se arrepienta de haber declinado el ofrecimiento del rey porque, insistió, no contaba con los apoyos suficientes para asumirlo. “Hice lo que creo que tenía que hacer. Hice algo de lo que no tengo por qué arrepentirme. No le voy a tomar el pelo a la gente”, recalcó antes de precisar que si en algún momento puede tener los votos suficientes y, por tanto, la posibilidad de intentarlo, “siempre estará ahí”.

Rajoy trasladó a Sánchez que lo más razonable, lo más sensato y lo mejor para los intereses generales de España es un gobierno presidido por el PP, “por la democrática razón de que ha tenido más votos”, y con el respaldo del PSOE y Ciudadanos.

A pesar de que las diferencias persisten, ambos coincidieron en mantener los grandes acuerdos de Estado “suceda lo que suceda” y en los asuntos “que importan al conjunto de los españoles”, según Rajoy. Entre esos grandes consensos que Sánchez quiere mantener con el PP, destacan la defensa de la unidad nacional, la lucha contra el terrorismo y eventualmente una hipotética reforma de la Constitución.

No hablaron de corrupción a pesar de los últimos casos que han salido a la luz pública en las últimas semanas y que afectan al PP. Según Rajoy, Sánchez no le dijo “ni una palabra” sobre este asunto y él, confiesa, tampoco se siente “acorralado” por las investigaciones judiciales sobre su partido. Sánchez explicó después que no le sacó a colación la corrupción para “no ahondar” en el problema que vive este partido en comunidades como Madrid o Valencia. “No he querido ahondar sobre la situación que atraviesa el PP. Es una cuestión que tendrán ellos que resolver y afrontar”, aclaró. Asunto al que ayer también se refirieron algunos dirigentes de Ciudadanos que creen que invalida a Rajoy para liderar el cambio político en España porque durante años ha asumido unos altos niveles de corrupción en su partido.

Podemos propondrá al PSOE una Secretaría de Estado Anticorrupción. La dirección de Podemos entregará la semana que viene a Sánchez un documento que busca sentar las bases de un plan de Gobierno, tanto en lo que se refiere al proyecto político como a su estructura y organización. El partido de Pablo Iglesias, quien se postula como vicepresidente de un hipotético Ejecutivo de coalición, presentará una contraoferta que propone, por ejemplo, crear la citada Secretaría de Estado. - Efe/E.P.

52,7

Millones

Los partidos con representación en el Congreso volverán a repartirse este año 52,7 millones de euros para cubrir sus gastos de funcionamiento, pero el vuelco electoral de diciembre hace que la distribución sea esta vez bien diferente: PP y PSOE perderán en conjunto 13 millones de euros, la misma cantidad que ingresarán por primera vez Ciudadanos y Podemos.

Ingresos. El Consejo de Ministros dio a conocer ayer lo que ingresarán los partidos en 2016 como subvención estatal para pagar sus gastos de funcionamiento del año: el PP cobrará 15,3 millones y el PSOE 10,7 millones, Ciudadanos obtendrá 7,1 millones y Podemos, 6,6 millones sin contar sus coaliciones autonómicas.

Otros partidos. El PNV recibirá 739.942 euros, prácticamente lo mismo que el año anterior. EH Bildu, 418.000 euros, la mitad de Amaiur y UPN, 248.784 euros, pierde 50.000 euros.

El Post-it

Portazo. Media hora de encuentro, mucha tensión y mucho desprecio entre ambos. Aunque Pedro Sánchez calificó la reunión con Mariano Rajoy como “útil”, lo cierto es que fue la escenificación del fin de la gran coalición y el portazo definitivo del líder socialista a cualquier acuerdo con el PP. Sánchez salió a la conferencia de prensa un tanto tenso tras el encuentro. No sonrió ni una sola vez. Según fuentes socialistas, “no tuvo que ser muy agradable la reunión”, aunque se mantuvieron las formas por las dos partes.

¿Un político mal educado?

Polémica. El gesto con la mano en el aire de Sánchez mientras Rajoy se abrocha la chaqueta provocó la reacción casi inmediata del PSOE en Twitter, con el comentario “Sabíamos que no era un político decente. Ahora sabemos que tampoco es educado” y la etiqueta “#MarianoEscondeHastaLaMano. La imagen se propagó como la pólvora por la red social y, una hora después, sumaba casi dos mil reenvíos. Sánchez confesó que “honestamente desconocía” el comentario de su partido en Twitter y Rajoy le quitó importancia al gesto, cuando le preguntó un periodista. “Tampoco le he dado la mano a usted, pero no tengo inconveniente en dársela a la salida”, bromeó.