pamplona - La menos mala de las soluciones. Así calificó la consejera de Función Pública e Interior, María José Beaumont, la decisión de pedir permiso al Pleno para tramitar un crédito extraordinario que permita pagar 6.000 licencias de Microsoft para poner en regla los equipos informáticos de la Administración foral. Una “herencia envenenada” del anterior Gobierno de UPN, que no informó de que parte de estos equipos que manejan los funcionarios navarros cuentan con licencias piratas.

Por eso, el pleno del Parlamento de Navarra aprobó ayer el proyecto de ley foral por el que se concede un crédito extraordinario de 3.937.887,01 euros con el fin de adquirir licencias de Microsoft en propiedad para la Administración de la Comunidad Foral. El proyecto de ley fue debatido tras su tramitación directa y en lectura única, y sólo contó con el apoyo de las cuatro formaciones que sostienen el Ejecutivo. En defensa del proyecto de ley, Beaumont, destacó que el objetivo de esta iniciativa es “modificar la relación entre el Ejecutivo y Microsoft”, de tal modo que “pasemos de un contrato de alquiler a una compra de licencias que se ajusta mucho mejor a los ritmos del Gobierno”. “El objetivo final es situarnos en una posición en la que podamos hacer más con menos dinero”, remarcó Beaumont. En este sentido, la consejera, tras indicar que la auditoría realizada por Microsoft constató que “únicamente la mitad de los puestos de trabajo con Office en la Administración contaba con licencia para ello”, detalló que desde que en 2007 se implantó Office “se ha venido pagando en la parte ofimática unos 5 millones”, cuando comprar dicho paquete hubiese costado 2,5 millones.

“La situación que se detectó es responsabilidad del Gobierno de UPN”, cuya gestión en este asunto fue “absolutamente ineficiente”, zanjó la consejera. En la misma línea se expresaron los miembros del cuatripartito. Patxi Leuza (Geroa Bai) lamentó que es un tema que ha llegado de imprevisto y que no se ha podido contemplar en los presupuestos, mientras que Adolfo Araiz (EH Bildu) calificó de “herencia envenenada” el descubrimiento. José Miguel Nuin (I-E) reprochó a los regionalistas que no hubiesen dado “ninguna explicación” en su día. - A.I.R.