madrid - El exbanquero Mario Conde puso en marcha un entramado propio del crimen organizado para simular una situación de insolvencia y eludir así tanto el pago de sus responsabilidades en los casos Banesto y Argentia Trust como sus obligaciones con Hacienda, según el sumario de la operación Fénix.
Las pesquisas de la unidad de delincuencia económica concluyeron que los ingresos controlados por Hacienda eran “un tanto exiguos” dada la frenética actividad profesional del expresidente de Banesto. Algunos de estos abonos se efectuaron en una cuenta abierta en 1999 por la cuñada de Conde, Paloma Jiménez López de Arenosa, también investigada por colaborar en el blanqueo de 13,06 millones de euros por los que el exbanquero se encuentra en prisión incondicional desde el pasado 13 de abril.
La documentación que consta en el sumario expone que dicha cuenta corriente, controlada por Conde y su hija, recibió 390.810 euros en ingresos en efectivo entre 1999 y 2012 realizados, en la mayor parte de las ocasiones, por Lourdes Arroyo y el exconserje de Banesto, Félix Castells.
alto nivel de vida Según la fiscal Elena Lorente, dichos ingresos iban destinados al pago de “gran cantidad de gastos” de la vivienda familiar de los Conde en el madrileño distrito de Chamartín, así como otros muchos gastos que cubrían su “altísimo nivel de vida”. Y es que como denuncia la UDEF en su oficio, “no es muy plausible” que alguien que declara ingresos de poca cuantía se pueda permitir gastos como abultadas facturas en unos grandes almacenes, el mantenimiento de una embarcación de recreo, o contar con un servicio doméstico compuesto por “cocineros, jardineros y conductores”.
Todo ello llevó a pensar a los agentes del instituto armado que el expresidente de Banesto mantenía “fondos opacos” fuera del país, lo que convierte en “transnacional” una operativa “propia de una organización criminal” en la que están colaborando las autoridades de varios países, entre ellos Italia, Luxemburgo y Suiza. La estructura encabezada por Conde se habría servido de “hombres de paja” para repatriar el dinero oculto, inyectar liquidez a las empresas y sufragar gastos personales. - Efe