MADRID. José Luis Izquierdo, el considerado contable de la Gürtel
Izquierdo, que se enfrenta a 45 años y dos meses de cárcel en el macrojuicio de Gürtel, sólo respondió a dos preguntas de su abogada, en el sentido de no ratificar las declaraciones que prestó ante la Policía y el juez y para explicar los motivos por los que no ha declarado, una negativa por la que ha pedido “disculpas”.
“Mi decisión de no contestar a preguntas de las acusaciones y las defensas, con excepción de la mía propia, obedece a mi estado de salud y a mi estado mental. Padezco una grave depresión y un principio de demencia senil que me impide atender a las preguntas que se me puedan hacer, y un grave problema de concentración”, ha dicho.
“Sí deseo dejar constancia -añadió- de que nunca le he pagado dinero a ningún político y que siempre he obedecido las órdenes que me dieron el señor Correa o el señor Crespo”.
Izquierdo comenzó explicando que no ratifica sus declaraciones ante la Policía y el juez instructor, ya que principalmente las primeras las prestó “bajo presión” y se sintió “coaccionado”.
el último escalón Su abogada, Concepción Crespo (hija de Pablo Crespo), recordó que aportó un reconocimiento médico de su cliente probando sus dolencias, y añadió que no tiene problema en que el tribunal le haga uno nuevo.
A este respecto, Hurtado dijo que el próximo lunes, cuando se retome el juicio, los jueces decidirán si es conveniente ese nuevo informe médico “a efectos de valorar su capacidad”.
La declaración de Izquierdo se produce después que Correa, Crespo y El Bigotes le desvincularan de cualquier decisión en las empresas de Gürtel y afirmaran que no tenía conocimientos contables y era “el último escalón” en el Grupo Correa. “No tenía ni capacidad ni carácter” para tomar decisiones, dijo Crespo sobre él. - Efe