El rey llama a “asegurar el orden constitucional” sin referirse al diálogo político ni a los heridos
En su primer discurso extraordinario, Felipe VI califica la situación como “de extrema gravedad” - Llama al Estado a responder ante “la proclamación ilegal de la independencia de Cataluña”
madrid - Tras dos días de silencio desde el referéndum de autodeterminación de Catalunya, Felipe de Borbón enterró ayer definitivamente cualquier mínimo atisbo de entendimiento entre las partes. Lo hizo en un discurso de menos de diez minutos, emitido por cadena nacional a las nueve de la noche. En él, el primero de carácter extraordinario desde la asunción de la Corona, el jefe del Estado no apeló en ningún momento al diálogo político y evitó referirse a las desproporcionadas cargas policiales. Muy al contrario, vino a instar más firmeza contra las instituciones catalanas que, a su juicio, se han revelado como desleales al situarse al margen de la ley al intentar “quebrar la unidad de España”, calificó la situación de “extrema gravedad” y solicitó a “los legítimos poderes del Estado que aseguren el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones”. En síntesis, el jefe del Estado otorgó vía libre al Gobierno del PP para activar el artículo 155 de la Constitución, que posibilita la intervención de la autonomía catalana con su referencia genérica a la adopción de “medidas necesarias”.
Una medidas necesarias que evitó concretar con sus nombres y apellidos, pero a las que se les adivina el talante después de que Felipe VI, con el tono más severo que se le recuerda en un discurso, dijese que lo sucedido el 1-O “ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña” y una toma de posición “totalmente al margen del derecho y de la democracia”.
Momentos “muy graves para la vida democrática”, y que vinculó directamente con “los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada, ilegalmente, la independencia de Cataluña”. Siguiendo ese hilo, el jefe del Estado aprovechó para recriminar que “determinadas autoridades” incumplen “desde hace ya tiempo” la Constitución y el Estatuto de autonomía catalán que esas mismas autoridades representan. Autoridades, continuó, que “han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando, desgraciadamente, a dividirla con una conducta “irresponsable” con la que incluso, dijo, se puede “poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España”.
“han querido quebrar españa” Todo ello, en resumen para el rey, rematado con un “inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña” y una toma de posición “totalmente al margen del derecho y de la democracia”. “Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común”, remarcó Felipe de Borbón, quien recogió todo lo sucedido en las últimas 48 horas para condensarlo en los apenas seis minutos de discurso.
Con todo, llegó el momento en el que de manera más explícita llamó a redoblar la maquinaria del Estado para contrarrestar la voluntad de Catalunya y dijo que es “responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía”. Una formulación alambicada, pero que podría esconder un llamamiento a la suspensión de la autonomía de Catalunya a través de la aplicacuón del artículo 155 por parte del Gobierno.
Por último, Felipe de Borbón hizo una defensa de España como “Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley”, aun cuando no tuvo ningún mensaje para los cientos de heridos que provocaron las cargas policiales del domingo. “No hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo sin el cumplimiento de la ley”, a través de la que en la España “constitucional y democrática” hay un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.
“ESPAÑA SUPERARÁ ESTA SITUACIÓN” También se dirigió “al conjunto de los españoles” para transmitirles un mensaje de tranquilidad y esperanza. “Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos”, proclamó. “España superará esta situación porque sus principios democráticos son fuertes, son sólidos”, porque están “basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad”. El rey concluyó reiterando “una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia”, además de su “entrega al entendimiento y la concordia entre españoles”, y su “compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España”. - D.N./E.P.
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