Irene Montero utilizó de manera intencionadamente errónea la palabra portavozas en una rueda de prensa celebrada el miércoles en el Congreso y activó una bomba cuya onda expansiva alcanzó su pico más alto ayer, con una batalla a mitad de camino entre la lingüística y la política porque la lengua no existe al margen de lo social y lo político y más desde que se extiende la demanda de una nueva lengua, en la que las mujeres no salgan perdiendo.
“Mañana hay en el círculo de Bellas Artes (...) un acto con diferentes portavoces y portavozas del grupo parlamentario confederal que van a poder hablar con ustedes y detallarles la reforma”, afirmó literalmente la dirigente de Podemos, cuyo invento releva al miembras de Bibiana Aído. El término acuñado sirvió ayer de chiste a Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno y también ministro de Educación, Cultura y Deporte. “Qué quiere que le diga, vamos a mejorar mucho el sistema educativo en España”, se mofó tras ser preguntado por esta expresión de la diputada. Montero, que recibió el respaldo de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, replicó que hablar de “portavoces y portavozas” es una forma más de luchar por la igualdad con el uso del lenguaje, que durante siglos ha sido un instrumento para perpetuar el machismo. Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos, defendió que “hacer una sociedad mejor y más justa para las mujeres implica también mejorar y cambiar el lenguaje para hacerlo inclusivo”. Montero aprovechó para criticar a la RAE, por mantener palabras como “fácil” para referirse a una “mujer que se presta a tener relaciones sexuales con facilidad”. Colectivos feministas como Federación de Mujeres Progresistas, del Forum de Política Feminista o la Comisión 8 de Marzo para la Huelga Feminista arroparon a la portavoza de Podemos y defendieron feminizar el lenguaje frente al masculino universal. Precisamente, la RAE ya ha aclarado que el sustantivo portavoz es común en cuanto al género, lo que significa que coinciden su forma de masculino y de femenino. “El género gramatical se evidencia, en esos casos, a través de los determinantes y adjetivos”. Es decir, lo correcto es “el portavoz español” y “la portavoz española”.
El portavoz de Cultura del PP y doctor en Filología Latina, Emilio del Río, considera que usar el término portavoza denota una “profunda incultura” y avisó a de que “cargándose el lenguaje no se avanza más la igualdad”. Del Río precisó que en español ya hay un término en femenino que es “la portavoz” ya que la palabra voz, tanto en castellano como en latín, es femenina. “Hay que volver a explicarles a algunos, que además han pasado por la universidad, la diferencia entre sexo y género”, ironizó.