El acercamiento de presos de ETA les ayudaría a asumir el “daño injusto”
El jurista Sainz de Rozas aboga en la ponencia del Parlamento Vasco por poner fin a la dispersión
PAMPLONA - Los dos últimos expertos en comparecer en el bloque de política penitenciaria de la ponencia de Memoria y Convivencia del Parlamento Vasco dejaron ayer mensajes de calado dirigidos tanto a los presos de ETA como a los responsables de la política penitenciaria en el Estado. Rafael Sainz de Rozas y Esther Pascual dibujaron dos caminos distintos para avanzar en la resocialización de los presos.
El profesor de Derecho Penal de la UPV/EHU aseguró que el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas a sus domicilios contribuiría a la reinserción de los reclusos y a que estos dieran pasos para asumir “la injusticia del daño causado”. Los presos se han mostrado siempre remisos a considerar “injusto” el dolor generado a sus víctimas y no han pasado de la mera constatación de la existencia de un daño obvio causado por la violencia. Esta no aceptación es una de las causas que impide su evolución de grado penitenciario y, en consecuencia, el acceso a beneficios penitenciarios y a mejorar su situación en prisión.
En declaraciones a los periodistas tras comparecer ante el foro parlamentario, Sainz de Rozas defendió la conveniencia de acabar con la política de dispersión que se aplica a los presos de ETA y aseguró que el acercamiento de estos reclusos a cárceles próximas a sus casas sería una medida “perfectamente legal”.
El también asesor del Defensor del Pueblo afirmó que el acercamiento ayudaría a la “resocialización” de los presos de la banda en los ámbitos “familiar, laboral y social”. A su juicio, el fin de la dispersión sería beneficioso también para las familias de los reclusos, ya que “no tienen por qué sufrir los perjuicios” que causa el alejamiento.
El acercamiento de los presos de la desaparecida ETA a prisiones cercanas contribuiría a “propiciar un debate interno” en el colectivo que podría permitir avances hacia “un consenso sobre la injusticia del daño causado”.
La comparecencia de Esther Pascual ante la ponencia de Memoria sirvió para rescatar la experiencia de los encuentros restaurativos entre presos de ETA que se había desmarcado previamente de la banda y de la violencia con sus víctimas, la mayoría encuadrados en la vía Nanclares. Estas reuniones tuvieron lugar en la ya desaparecida cárcel de Nanclares (Álava) y comenzaron en 2011, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, hasta que llegó Mariano Rajoy al Gobierno y cortó de raíz esta propuesta de justicia penal restaurativa. Pascual fue la coordinadora del equipo que hizo la mediación entre los presos y las víctimas.
Durante su intervención en la ponencia, la doctora en Derecho Penal abogó por recuperar estos encuentros como una manera para “superar el odio y empezar a convivir”. A su juicio, aquella iniciativa en la que participaron una quincena de presos y víctimas ofrece una cierta “reparación” a las víctimas, mientras que a los victimarios les permite recuperar “parte de la humanidad” que perdieron al cometer sus crímenes.
nueva etapa en la ponencia Las comparecencias de Sainz de Rozas y Pascual pusieron el cierre al bloque de expertos en memoria y en política penitenciaria que han pasado por la ponencia de Memoria. Ahora se abre la fase de análisis dedicada a la convivencia y los derechos humanos. Los grupos tienen unos días por delante para presentar sus propuestas de expertos en ambas materias que se desarrollarán durante todo el mes de junio. - H. Unzueta
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