Pamplona - Es habitual que los grupos de la oposición sean generosos en sus propuestas. No están sujetos al rigor del Gobierno y, conscientes de que sus propuestas no van a prosperar, proponen todo lo que el Ejecutivo no puede asumir. Pero se esperaba quizás algo más de prudencia en Navarra Suma, cuya portavoz en economía, María Jesús Valdemoros, cuenta con prestigio profesional y experiencia de Gobierno.

La coalición derechista sin embargo ha optado por el camino fácil. Tras plantear una rebaja general de impuestos por 250 millones, ahora ha registrado 537 enmiendas con un gasto adicional de 285 millones, lo que implica un déficit presupuestario de 535 millones. Sus enmiendas al presupuesto se plantean en su gran mayoría además con cargo al fondo de contingencia. La partida para gastos imprevistos está dotada con apenas cuatro millones, lo que en la práctica hace inviables las enmiendas. Navarra Suma también dejarían sin fondos las partidas destinadas al fomento del euskera.

Las enmiendas de I-E Quien no ha entrado en el acuerdo presupuestario ha sido Izquierda-Ezkerra, que ha optado por no participar en el reparto del dinero que el Gobierno ha reservado para enmiendas. I-E, que se ha mostrado crítico con el presupuesto por considerarlo poco ambicioso, ha presentado 33 enmiendas por un importe 8,7 millones. Y aunque se trata de una cantidad inasumible en un presupuesto que ya viene muy ajustado, es posible que el resto de fuerzas progresistas faciliten la aprobación de alguna enmienda de importe menor. Algo que está descartado en el caso de Navarra Suma. - I.F.