- El debate sobre si debe ser el Parlamento o el Gobierno quien decida finalmente sobre el plan se llevó, incluso, a una declaración institucional aparte. EH Bildu, que cree que la Cámara debe tener la última palabra, solo logró el apoyo de I-E en un texto en el que pedía que el plan fuera “lo más participado posible”, para lo que solicitaba al Ejecutivo que una vez que tuviera listo el plan, lo remitiera al Parlamento “para su debate y votación final”. “No tratemos de darle al Parlamento una atribución que no le corresponde”, respondió Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, que remarcó en su invertención que el Parlamento hará propuestas, pero quien tiene que aprobar el plan es el Gobierno. “No se tienen que crear dos focos de fricción”, subrayó Alzórriz. Incluso el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, consideró que el Parlamento va a tener mucho protagonismo, en la medida en la que va a acoger debates sectoriales y va a hacer propuestas, aunque “habrá cosas, claro, que el Gobierno hará de forma unilateral”.

No deja de ser una disputa política en la que los grupos pugnan por tener más o menos visibilidad y poder hacer más suyo el resultado del plan de reactivación.