Tuvieron algún pequeño contratiempo. ¿Van a poder sacar las urnas a la calle?

-Sí. La votación se va a hacer tal y como lo habíamos ideado. Ocurrió que comunicamos la jornada a la Delegación, y esta derivó el tema a los ayuntamientos. Se produjo un desfase de unos días y algunos ayuntamientos dijeron que no se cumplía el plazo, pero al final se ha podido solucionar todo.

Desde el punto de vista de la logística, de los voluntarios, ¿cómo se organiza una jornada como esta?

-A nivel de voluntarios, todos somos ciudadanos individuales que hemos sacado el tiempo de donde se ha podido. La Junta Republicana de Izquierdas ha ayudado con lo que ha podido, y el resto se ha puesto entre todos los organizadores, unas cien personas. Hemos pensado en que haya tres personas por mesa y las papeletas, la cartelería, todo esto, lo hemos pagado entre todos. Nos ha movido la voluntad de pensar que la existencia de una monarquía es inaceptable en 2022.

¿Cómo se va a poder participar?

-Hay una cosa muy importante que tiene que quedar bien clara: nadie le puede pedir el DNI a nadie. Esto no es un acto reivindicativo, no es una consulta formal, ni un referéndum, ni es vinculante, ni nada de eso. Lo vamos a hacer de la forma más seria posible, trasladaremos los datos al centro de Madrid que se encarga de recopilar los datos de las 800 mesas del Estado tal cual se registren. Pero no podemos tener un censo, para que se entienda. Este es un acto reivindicativo.

Lo importante es reflotar el debate, ¿no?

-Así es. Queremos sensibilizar, sacar el tema a la calle, que se vean las urnas y la gente se acerque. Queremos poder hacer un día una consulta vinculante, pero para eso tenemos que hacer actos reivindicativos como el de este sábado.

¿Por qué hay que elegir entre monarquía o república?

-Hay varios motivos. Para empezar, hay que sacar las urnas porque queremos poner encima de la mesa que a día de hoy no podemos hacer un referéndum vinculante sobre la forma de Estado. Creemos que cualquier cargo público, y no te digo ya algo como la jefatura del Estado, tiene que elegirse democráticamente. Aunque el rey fuese idílico. Pero es que además lo que vemos es que la monarquía es una institución corrupta cuya cabeza está blindada constitucionalmente por la inviolabilidad del rey, que en su día fue puesto a dedo por un dictador. Esto es algo que en Europa no son capaces de entender.

¿Qué obstáculos ven para una consulta real sobre este tema?

-Fundamentalmente la postura del PSOE: son los más republicanos hasta las elecciones, pero después, cuando hay que abordar el debate, dicen: no toca. Si cambiaran de postura se podría hablar del tema, pero mientras eso no cambie...

¿Ven ese giro posible?

-No lo sabemos, pero lo que aspiramos con este tipo de actos es que la gente, vote a quien vote, vea justa esta reivindicación, que sobrepasa opciones políticas. Todos tenemos amigos de derechas que son republicanos, que no están de acuerdo con la forma de la jefatura de Estado.

¿Cómo interpretan movimientos como la publicación del patrimonio de Felipe VI?

-Es un lavado de cara, un intento de hacer ver que la monarquía es humilde, pero no cuela. La monarquía nada en un mar de corrupción.

¿Cómo ven el futuro de la institución?

-Esperamos que no haya una nueva reina ni un nuevo rey. Queremos que esto cambie, pero con toda la normalidad del mundo, de forma natural. No somos ni anti nada ni anti nadie, que quede claro. Reivindicamos lo que creemos que es una forma más justa para el Estado.