La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha participado este domingo por la mañana en un acto en el monasterio de San Juan de la Peña, en Huesca, para celebrar los lazos históricos de la Comunidad Foral y Aragón. En el acto también ha estado el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán. Juntos han celebrado la historia común que une a ambas comunidades desde comienzos del primer milenio, y desde entonces, ha añadido, "los vínculos no han hecho sino reforzarse".

Ambos responsables autonómicos han resaltado en sus intervenciones que Aragón y Navarra comparten una historia que tuvo su origen a principios del primer milenio en Pamplona y un mismo linaje real que tiene en el Monasterio de San Juan de la Peña el lugar de custodia de los restos de reyes de ambos territorios. Han hecho una ofrenda floral conjunta con los colores de Navarra y Aragón.

"De aquella Navarra, madre de reinos, se desgajó el de Aragón", ha dicho Chivite, quien ha explicado que ambos territorios siguieron manteniendo una forma "singular y común" de concebir el derecho, de irradiar "prosperidad y cultura" y de generar espiritualidad a través del Camino de Santiago o de los monasterios de Leyre y San Juan de la Peña.

Tras referirse al homenaje celebrado este domingo como "un acto lleno de simbolismo", la responsable política ha insistido en que los lazos entre ambos comunidades siguen siendo "fuertes", con una colaboración continua entre sus gobiernos.

El tono duro de Lambán

En su intervención, Lambán se ha remontado a los estudios antropológicos y genéticos que se iniciaron hace unos años en el Departamento de Medicina Forense de la Universidad de Zaragoza en colaboración con historiadores y arqueólogos y que, según ha avanzado, están "a punto de confirmar" la identificación de los tres primeros reyes de Aragón, Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I.

Ha considerado "fundamental tener una buena Constitución y unos buenos estatutos" para el desarrollo de un "autogobierno" que ha favorecido el crecimiento de unos territorios unidos por la historia.

La defensa de la Constitución, el estatuto y la autonomía ha estado seguida de una clara crítica al mundo soberanista, al que ha acusado de tergiversar la historia, en el habitual tono duro del barón socialista. “La historia se puede utilizar, como hemos visto, para tergiversar, dividir y enfrentar a los pueblos, pero hecha con dignidad, por historiadores, y con una interpretación correcta, se puede usar para unir y estrechar lazos de hermandad".

A su juicio, los primeros reyes de Aragón y Navarra fueron "verdaderos señores de la guerra", aunque ha destacado al mismo tiempo que fueron "políticos con una visión de largo alcance", algo, ha añadido, "difícil de encontrar en el mundo en que vivimos".

"En mi opinión, vivimos ahora en un mundo mediocre y carente de propuestas colectivas ambiciosas en el terreno de la política, de la economía, de la ética o de los valores de la cultura occidental, pero si hay comunidades autónomas hoy en día a las que la historia dota de legitimidad y de fuerza para recuperar esos propósitos, con Aragón y Navarra", ha añadido.