El bloqueo en la negociación de las transferencias pendientes de llegar a Euskadi ha entrado en una fase muy delicada. El Gobierno español no mueve ficha aunque él mismo se comprometió con un calendario elaborado y aprobado en su Consejo de Ministros. Y Pedro Sánchez dejó caer unas declaraciones inquietantes este miércoles en el Congreso de los Diputados que enredan más la situación. El presidente español dijo que los ministerios implicados se han mostrado “en contra” de negociar cuatro materias que ha propuesto la consejera Olatz Garamendi, aunque sean materias que recoge el propio calendario. El lehendakari pide un ejercicio de claridad y se pregunta si, más allá de estos cuatro asuntos, Sánchez está dando ya por finalizado todo el proceso en su conjunto cuando aún queda una treintena de materias para completar el Estatuto de Gernika, que es ley. Es decir, se pregunta si no habrá más traspasos y si lo ha decidido él de manera unilateral.

El último acuerdo ha permitido a Lanbide gestionar el Ingreso Mínimo Vital pero, si se habla en sentido estricto de las materias recogidas en el calendario, ha pasado más de un año desde el pacto para la gestión de las prisiones. En los Cursos de Derecho Internacional de la UPV/EHU en Gasteiz, el lehendakari ha constatado este jueves que Sánchez “es renuente a cumplir el Estatuto”, y que lo ha confirmado él mismo al rechazar cuatro traspasos y no responder a las propuestas de Garamendi. Admitió que escuchó “con sorpresa” que calificara como no transferibles algunas competencias “que su propio Gobierno tiene incluidas en el listado de materias pendientes de transferir”. “Tan solo me pregunto si unilateralmente cree que el Estatuto está cumplido”, añadió. 

Tampoco hay acuerdo en la plurinacionalidad

Iñigo Urkullu quiso dejar margen para que se recondujera este mismo jueves la polémica en la votación de las propuestas de resolución en el Congreso, en el cierre del debate de política general. El PNV no llevó el punto de las transferencias, pero sí el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado. “Vamos a esperar el resultado de las propuestas de resolución antes de hacer más comentarios”, alentó Urkullu. Pero el PSOE ha votado en contra de esta propuesta, que pedía reconocer la existencia de las naciones vasca, catalana y gallega e impulsar los cambios constitucionales pertinentes declarando la plurinacionalidad del Estado. La propuesta ha decaído con 266 votos en contra. El asunto del carácter plurinacional del Estado ha sido una constante en el discurso del lehendakari, y lo fue en el pasado en el discurso de Sánchez. De lo dicho por el lehendakari, se desprende que reflexionará sobre cómo proceder en este nuevo escenario, en un Gobierno vasco que además es de coalición con los propios socialistas.

Sánchez se refirió el miércoles a las transferencias de meteorología, ordenación y gestión del litoral, fondo de protección a la cinematografía, y autorizaciones iniciales de trabajo para las personas migrantes. “Usted sabe que los ministerios se han mostrado en contra de que sea posible proceder a negociar ese traspaso”, dijo a Aitor Esteban. Está por ver si son solo estos cuatro, o todos en general. La única excepción ahora mismo es el diálogo sobre las líneas de tren de cercanías. En el resto de asuntos, el Gobierno español no ha abierto el melón. La consejera Olatz Garamendi ha enviado cinco ofertas de su propia cosecha al ver que la otra parte no toma la iniciativa. 

Y ha recibido recientemente una respuesta a su oferta sobre salvamento marítimo donde Madrid se limita a decir que va a analizar la viabilidad del traspaso, como si le correspondiera decidir de manera unilateral no ya el contenido de la materia, sino si procede acometer el traspaso o no. Garamendi ha denunciado que pretenda arrogarse la interpretación unilateral del Estatuto de Gernika. 

En el pleno del Congreso del miércoles, Sánchez pareció ofrecer como premio de consolación al PNV participar en las conferencias sectoriales con otras comunidades autónomas, o la celebración de la conferencia preparatoria de la presidencia de la Unión Europea. Esteban no disimuló su enfado y dejó ver que no le interesan esos foros sectoriales, sino que se respete la relación bilateral y se cumpla. El papel del PNV en el Congreso en negociaciones como los Presupuestos podría contribuir a desatascar la situación.

Obstáculos

El traspaso de inmigración lo propuso de manera proactiva el exministro de Política Territorial, Miquel Iceta, y existía un interés manifiesto en la parte socialista del Gobierno vasco. El traspaso está en manos del Ministerio de la Seguridad Social de José Luis Escrivá, quien ya llevó al límite la negociación del Ingreso Mínimo Vital con toda clase de objeciones técnicas. Parece ser que el escollo es la reforma de la Ley de Extranjería, que afectaría a los permisos de trabajo que hay que transferir. El silencio es sepulcral las otras materias.

Urkullu recordó que en enero de 2020 el Gobierno español aprobó un calendario para cumplir el Estatuto en su integridad, pero no se está cumpliendo. “Hemos presentado cinco propuestas de transferencias pendientes y no estamos obteniendo una respuesta satisfactoria. El Gobierno español es renuente a cumplir el Estatuto, que es una ley orgánica”, lamentó. El lehendakari llevaba estas alusiones escritas en su discurso, no afloraron a preguntas de los periodistas.

Concierto Político

También recordó que en el Parlamento ha trabajado una Ponencia de Autogobierno que plantea reconocer la singularidad de la nación vasca, una relación bilateral con el Estado que se base en extender el Concierto Económico a la relación política, y un sistema efectivo de garantías para el cumplimiento de lo pactado. “Un nuevo pacto”, un modelo que respete los consensos básicos y la legalidad. Añadió que la legalidad no es inmutable y debe evolucionar adaptándose a las nuevas realidades porque “el respeto a la voluntad popular debe encontrar siempre un cauce”. Opinó que “el Estado debe leer adecuadamente este nuevo tiempo, asumir la diversidad y las voluntades sociales mayoritarias”.