“Esta Constitución es el producto final de la Transición. Un marco caduco, agotado, el pilar de la sacrosanta unidad de España, lo dice clarísimamente, y viene a ser un corsé para las aspiraciones democráticas de las naciones sin Estado como es la nuestra, Euskal Herria”, critica Laura Aznal. “En el caso de Navarra, el objetivo claro es separar a Nafarroa del resto de territorios vascos”, critica. Asimismo, EH Bildu ve el texto “absolutamente anacrónico en la forma de Estado. Es una herencia clara del franquismo, que quería dejar todo atado y bien atado, perpetuando la monarquía”. 

Respecto a la Transitoria Cuarta, para Aznal “de alguna manera sí que se reconoce la relación histórica y política de los territorios vascos, y también la posibilidad de llevar a cabo un referéndum, pero desde luego este no es nuestro modelo ni nuestra aspiración. Nunca hemos planteado derogarla, pero tampoco activarla. Aspiramos a que podamos decidir la relación que queremos tener con el resto de territorios vascos, y nuestra apuesta es un modelo confederal. Es decir, de igual a igual”. Sobre la Lorafna, que ha cumplido 40 años, Aznal considera “totalmente necesario un debate político y social. Necesitamos soberanía en Nafarroa, y un marco jurídico y político diferente para todos los retos que tenemos. Deberíamos poder decidir sobre hipotecas, alquileres, el IVA y tantas otras cuestiones que nos afectan”.

Según Aznal, “la democratización del Estado debería pasar sí o sí por cambios estructurales que rompan con determinadas ataduras que se han perpetuado, lo mismo que con cambios que reconozcan la plurinacionalidad y el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Pensamos que hay que romper con el modelo del 78, pero no parece a día de hoy que tengamos esa voluntad mayoritaria y esas condiciones. Desde luego, en Euskal Herria Bildu vamos a seguir trabajando con el resto de sectores políticos y sociales soberanistas e independentistas del Estado para abrir este tipo de transformaciones tan necesarios en la Navarra del siglo XXI”.