El Gobierno de Navarra prevé aprobar una ayuda de 100 euros mensuales para familias con descendientes menores de tres años. Se trata de una medida que se aplica ya en el resto del Estado, pero que la Comunidad Foral, con régimen fiscal propio, hasta ahora no ha llevado a cabo. Algo que podría cambiar en las próximas semanas, según avanzaron ayer los grupos que sostienen al Gobierno, que presionan al Ejecutivo de Chivite para que no demore más la medida. “El Gobierno aprobará las ayudas antes que tarde”, avanzó ayer el socialista Ramón Alzórriz.

Pero todavía no está claro cómo, ni mucho menos cuándo se va a llevar a cabo. Un detalle importante porque los menores van cumpliendo años y muchas familias van quedando fuera de la franja de edad subvencionada. No obstante, el portavoz de Podemos, Mikel Buil, confió ayer en que la ayuda se aplique de forma retroactiva, con efectos a partir del pasado 1 de enero. 

Queda pendiente por aclarar también el coste de la iniciativa y si el Gobierno dispone de fondos suficientes para acometer la inversión. Hacienda ha trasladado ya a los grupos parlamentarios que económicamente sería factible, por lo que queda por definir la fórmula. Si es una ayuda directa, con cargo al Departamento de Derechos Sociales, o una deducción fiscal a costa de Hacienda. Y si se lleva a cabo de forma general como incentivo a la natalidad o solo para determinadas rentas como compensación por los gastos que supone la crianza.

Muchas dudas todavía porque, como advirtió ayer el portavoz del PSN, “hay muchas prioridades en este momento”. De las demandas educativas a las sanitarias, con los empleados públicos, empezando por el colectivo médico, reivindicando mejoras salariales. Si a ello se le suman la reforma fiscal aprobada junto con los presupuestos y las ayudas anunciadas por el Estado a finales de año –y que Navarra asume con cargo a su propio bolsillo–, el aire presupuestario es escaso. 

Hay en cualquier caso cierto margen. Los 135 millones devueltos por el Estado siguen sin destino –Hacienda se los ha reservado para tener margen de movimiento en la caja– y los buenos datos de recaudación mantienen una perspectiva positiva para los próximos meses, al menos hasta las elecciones. Así que la ayuda de los 100 euros es más una cuestión de voluntad política que de rigor técnico. Todo apunta que se llevará a cabo de forma rápida antes del final de la legislatura.

En clave preelectoral 

La cuestión recuerda bastante a la polémica generada la pasada legislatura con la devolución del IRPF de paternidad y maternidad que una sentencia del Supremo obligó a hacer en el resto del Estado, pero que el Gobierno foral no llevó a cabo porque contaba con legislación propia. Algo que UPN y PSN aprovecharon como argumento durante toda la campaña. Y ese es un escenario que el Gobierno trata de evitar, en especial los socialistas, que aprovechan para recordar que fue precisamente el Ejecutivo de Chivite quien aprobó la devolución del IRPF, aunque con algunas diferencias respecto a la medida del Estado. 

La presión sin embargo crece para el Gobierno. Este jueves Podemos lleva al Parlamento una moción en ese sentido como vía para reclamar algo que Chivite se comprometió a hacer hace un mes, pero que no ha hecho todavía. “No lo hemos logrado desde dentro del Gobierno, así que lo intentaremos conseguir por la vía parlamentaria”, avanzó Mikel Buil. La iniciativa tendrá previsiblemente el apoyo de todos los grupos. 

De momento, Navarra Suma ha confirmado ya su voto a favor, aunque para la derecha medida es insuficiente porque no soluciona“el agravio comparativo”. Previsiblemente lo hará también EH Bildu, que no obstante planteará algunos cambios para que la medida no sea “mimética” a la del Estado. También Geroa Bai si el Gobierno la ve económicamente viable. “Y por lo que nos ha dicho, parece que sí lo es”, confió Uxue Barkos. Así que solo queda ponerle dotación presupuestaria. “No tengan duda de que acabaremos la legislatura ayudando a los padres y madres de nuestra comunidad con esas ayudas por hijo”, garantiza el PSN.