Los seis grupos partidarios de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como 'ley mordaza', intentan "in extremis" salvar la propuesta que permitiría superar el trámite parlamentario de comisión y poder llegar al pleno del Congreso después de un año y medio de negociaciones.

Tras dos horas de debate en la Comisión de Interior, el presidente de la misma, José Luis Ábalos, ha abierto un receso antes de la votación de las enmiendas y el dictamen, que están aprovechando los portavoces de PSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC, EH Bildu y Junts para tratar de transaccionar alguna enmienda en los cuatro escollos que desde el inicio dividen sus posiciones.

Según fuentes parlamentarias, podría haber alguna acercamiento en los artículos relativos a las faltas de respeto a la autoridad y la desobediencia a los agentes, si bien no parece que se pueda llegar a un acuerdo en la supresión de las pelotas de goma, exigencia de ERC, EH Bildu y Junts, ni en la eliminación de las devoluciones en caliente.

Si finalmente no fructifican las negociaciones, la propuesta de reforma decaería en comisión, pues los 18 votos de PSOE, Unidas Podemos y PNV no serían suficientes para sacar adelante el dictamen, ya que ERC y EH Bildu sumarían sus dos noes anunciados a los 17 del bloque de diputados del PP, Vox, Ciudadanos, UPN (Grupo Mixto) y Junts (Grupo Plural), partido que participó en las negociaciones pero que anunció hace semanas su voto en contra.