Unai Hualde (Altsasu, 1976), presidente del Parlamento en esta legislatura, subraya el trabajo de los grupos políticos durante estos 4 años, el comportamiento de las formaciones durante la pandemia, y la actividad con el tejido asociativo “que no se termina de ver en los medios”. El Gobierno, afirma, ha puesto en marcha políticas progresistas “importantes” , pero reclama, como miembro de Geroa Bai, “una mayor valentía y compromiso con el desarrollo del autogobierno”. Las tres transferencias conseguidas, dice, “recogen la herencia del trabajo hecho en la legislatura anterior y la labor en el Congreso por el Grupo Vasco”. Y critica que en la derecha, en general, han primado “las posiciones más radicales”.
¿Cómo valora la legislatura?
–Ha estado marcada por el diálogo y la necesidad de buscar acuerdos. Ya desde el primer momento se vio que con un Gobierno de coalición de tres, con un cuarto en el acuerdo programático, y que necesitaba el concurso de un quinto para la mayoría parlamentaria, el diálogo iba a ser imprescindible. La pandemia, una situación inimaginable, hizo que llegar a acuerdos fuese tónica imprescindible. Frente a la imagen que se traslada muchas veces de la bronca y de la discrepancia parlamentaria, creo que el conjunto de los grupos parlamentarios ha sabido anteponer en los momentos claves de la legislatura el interés general por encima del partidista.
El conjunto, incluido Navarra Suma.
–Yo diría que sí, en esos momentos de la pandemia fueron posibles grandes acuerdos porque todo el mundo fue consciente de la responsabilidad que teníamos, que era un momento de acompañar al Gobierno.
¿Esa altura de miras y ese trabajo se ha trasladado a la sociedad?
–Muchas veces es difícil que llegue el trabajo diario que se hace en esta Cámara. Lo que queda en los medios es una bronca puntual en un pleno. En una legislatura con una anomalía tan prolongada como la pandemia, se ha conseguido aprobar 107 leyes, decretos forales legislativos para hacer frente a la covid, 4 modificaciones de Convenio, 15 decretos forales… se ha trabajado con intensidad, y con un importante calado social. Me queda la frustración de que el trabajo real no llega a la ciudadanía, sino el chascarrillo o esa bronca puntual.
“El conjunto de los grupos ha sabido anteponer en los momentos claves el interés general por encima del partidista”
Aparte de ese diálogo, ¿qué ha sido lo mejor de estos 4 años?
–A pesar de la pandemia y de la guerra en Ucrania y sus respectivas consecuencias, se ha conseguido una cierta estabilidad institucional con 4 Presupuestos aprobados, una veintena de medidas legislativas en tiempos de la epidemia para afrontar sus consecuencias, las ayudas a todos los sectores perjudicados, y leyes importantes en el ámbito social: La de cambio climático y transición energética, la de protección de infancia y adolescencia, la de Atención a las personas con discapacidad y todo lo modificado en la de víctimas de funcionarios y de extrema derecha, con la puesta en marcha de la comisión para la reparación de estas víctimas, o la ley de víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la iglesia. y la de racismo y xenofobia.
¿Y lo peor, fuera de la pandemia?
–La frustración de que el calendario legislativo que a principios de la legislatura se acordó en el acuerdo programático, no se haya podido cumplir, en parte por la pandemia, pero también porque no ha habido, crítica que hemos hecho en más de una ocasión desde Geroa Bai, la valentía necesaria para llevar a cabo determinadas medidas que estaban comprometidas.
Por ejemplo…
–Tanto en pandemia como en pospandemia no se han utilizado las herramientas que nuestro autogobierno nos permite y se ha hecho seguidismo de Madrid. En transición energética se aprobó la ley, pero nosotros hemos exigido una agencia para poder ser más ambiciosos y llevar a cabo ese mandato legal. En distintas medidas, también en política lingüística, no ha habido por parte del Partido Socialista el arrojo necesario.
“No ha habido valentía en el PSN para llevar a cabo determinadas medidas comprometidas en el acuerdo programático”
Habrá quien piense que en precampaña cada cual marca perfil propio.
–Siempre dijimos que este Gobierno de coalición partía de culturas políticas muy diferentes. En Geroa Bai teníamos una experiencia más larga de entendimiento con otras fuerzas progresistas. El Partido Socialista en esta legislatura se ha sumado a ese grupo y desde luego hemos echado de menos ambición, y cuando lo hemos tenido que decir lo hemos dicho.
En su toma de posesión dijo que iba a defender la pluralidad de Navarra. ¿Qué se ha avanzado por parte del PSN y del conjunto de las sociedad?
–Es fácil decir que asumimos la pluralidad pero luego hay que demostrarlo. En las dos últimas legislaturas se ha avanzado mucho en ese reconocimiento y en la extensión de derechos de la ciudadanía. Pero en materia lingüística, por ejemplo, el Partido Socialista todavía tiene recorrido que hacer, porque no se produce un reconocimiento de esa pluralidad y de los derechos lingüísticos de parte de la ciudadanía de Navarra con la contundencia que nos gustaría. Es una de las asignaturas pendientes.
¿Tiene claro que el PSN apoyaría un Gobierno liderado por Geroa Bai o alberga dudas?
–Tanto Chivite como Ramón Alzórriz ahora sacan pecho diciendo que es inquebrantable la apuesta por un Gobierno plural y progresista, pero también les vi diciendo que nunca de ninguna manera y bajo ningún concepto acordarían con EH Bildu. He visto cosas del Partido Socialista que me hacen dudar. La apuesta sincera, indudable por un Gobierno progresista y plural yo creo que es la de Geroa Bai, la del PSN la pongo en cierta cuarentena. Por sus hechos los conoceréis. En 2015, Geroa Bai, al que correspondía la responsabilidad de liderar un Gobierno plural y progresista, hizo una oferta a 33, y el PSN decidió quedarse fuera del espectro alternativo a la derecha. Aquel Gobierno fue posible porque el Partido Socialista no era determinante. En 2019, Geroa Bai no tuvo duda de que el Gobierno que hacía falta debía ser progresista y plural, y el PSN entró en ese esquema, pero me gustaría saber que hubiese pasado si Uxue Barkos hubiese tenido un voto o un escaño más que María Chivite.
“En materia lingüística no hay un reconocimiento de la pluralidad y de derechos con la contundencia que nos gustaría”
“Este Gobierno seguirá en el tiempo si el PSN se cree el acuerdo que nos vincula”, dijo en 2021. ¿Ha pivotado la desconfianza sobre la apuesta socialista y el aval de Ferraz?
–En 2019 el Partido Socialista mantuvo determinados ayuntamientos emblemáticos de esta comunidad en manos de UPN, y eso se mantenía después de dos años en sucesivos presupuestos e inversiones apoyadas por el PSN a UPN. A principios de 2022 asistimos al episodio de la reforma laboral; hubo una serie de conversaciones entre UPN y PSN que no se han terminado de aclarar del todo, previas a la votación. Por tanto, siempre ha existido esa duda o desconfianza. Por eso, porque venimos de culturas políticas distintas y porque conocemos la historia del PSN en esta comunidad, para nosotros ha sido tan importante el acuerdo programático que nos vincula, y el respeto a su letra y espíritu. Y en más de una ocasión en esta legislatura hemos tenido que denunciar incumplimientos por parte del PSN.
La presidenta ha adelantado la fecha de constitución del Parlamento respecto al Ayuntamiento de Pamplona. El presidente del Parlamento se enteró por la prensa.
–Sí, rompiendo una dinámica de hace más de 20 años, siendo su potestad, ha establecido que la fecha de constitución del Parlamento sea el día antes de la de los ayuntamientos. Se suele decir que la costumbre hace ley en Navarra, parece ser que en esta ocasión no ha sido así, sin conocimiento del presidente del Parlamento. Y la primera reflexión, recién conocida la noticia, fue que la conveniencia partidista haya podido estar por encima de la lealtad institucional.
“Parece que va a haber que afinar con más concreción los acuerdos programáticos, para que puedan ser cumplidos”
Usted lamentó que haya quedado pendiente abordar una reforma del Amejoramiento. ¿Será factible?
–Ha sido uno de los ejemplos de incumplimiento. Los grupos del Gobierno, más EH Bildu e Izquierda-Ezkerra, nos comprometimos a que al cumplirse los 40 años de la Lorafna, se abordase su actualización. Cuando fue necesario activar la ponencia, el Partido Socialista incumplió el acuerdo programático y las resoluciones aprobadas, porque dijo que no era el momento al ser ya la última parte de la legislatura. Da la impresión de que nunca es el momento, y creemos paradójico que una comunidad foral de raíz histórica, como es Navarra, no haya sido capaz de abordar este debate en profundidad, cuando por lo menos, en actualización de competencias, lo ha habido en otros estatutos. Esperamos que pueda abordarse en la siguiente legislatura, pero en este y otros temas parece que va a haber que afinar con más concreción los acuerdos programáticos, para que puedan ser cumplidos. Cuando se dejan cuestiones con redacciones con cierta ambigüedad para que pueda haber acuerdos luego muchas veces no se cumple.
Otra legislatura de mayoría progresista dibujaría un ciclo de más de una década.
–Para garantizar esas políticas que se inauguraron en 2015 se requiere un liderazgo más valiente. Yo creo que ese liderazgo lo personifica Uxue Barkos. Un liderazo como el de Uxue y un Gobierno como el de la legislatura anterior para poder consolidar ese cambio.
“Es cierto que se está viendo un cierto deterioro en los servicios públicos”
En julio del 22 dijo que había que recomponer la fórmula de Geroa Bai. Las listas dibujan estabilidad.
–Ha imperado por todas las partes que conformamos la coalición, tanto el Partido Nacionalista Vasco, como Geroa Socialverdes, como Atarrabia Taldea, que era muy importante una coalición fuerte y unida ante las próximas elecciones, porque Geroa Bai tiene un papel determinante para asegurar un Gobierno plural y progresista como el de 2015 o el de 2019.
¿Cuál era el problema entonces?
–No, no, se trataba de algo organizativo al entrar un nuevo actor. Estamos satisfechos, antes de finalizar 2022 se cerró la coalición. Creo que en los dos principales liderazgos hemos acertado, tanto en la candidatura con Uxue Barkos, como con la candidatura al Ayuntamiento de Pamplona, con Koldo Martínez. La tendencia de las encuestas dice que son dos líderes muy importantes. Creo que la oferta de Geroa Bai en estas elecciones, tanto de sus principales líderes como del equipo, gente con mucha experiencia en la gestión pública, en consejerías, en el Parlamento, o en diferentes ayuntamientos, es muy solvente en esa necesidad de ser determinantes.
“En Geroa Bai ha imperado la importancia de una coalición fuerte y unida para asegurar un Gobierno plural y progresista”
El infinitivo de moda es ‘sumar’. Aquí el espacio de Podemos se ha posicionado en torno a Díaz. Si se trata de sumas, Geroa Bai puede acreditar experiencia de adición.
–En general a lo largo de esta legislatura las coaliciones no han estado muy bien avenidas, por lo sucedido con Navarra Suma y también en Euskal Herria Bildu con Eusko Alkartasuna. Yo creo que en Geroa Bai hemos sido capaces de mantener una coalición unida y de anteponer la necesidad de ser una oferta electoral sólida para todas aquellas personas que en 2015 apostaron por este modelo de Gobierno.
Ortuzar dijo en febrero que “Podemos es con Ciudadanos y Vox lo peor de la política”. ¿Coincide?
–Creo que Podemos está demostrando que no está siendo coherente con el espíritu de suma que en otros momentos Pablo Iglesias defendió, y las actitudes no están yendo por ahí. El último ejemplo ha sido con la presentación de la plataforma de Yolanda Díaz.
Pero ese grado de censura es muy grande, y aquí han gobernado con Podemos, en esta y en la anterior legislatura.
–La mayoría de Podemos en Navarra se ha situado censurando determinadas actitudes.
¿Está dispuesto a volver a presidir esta Cámara?
–He tenido una buena experiencia. Creo que a pesar de las dificultades, la gran mayoría de los parlamentarios ve una presidencia que ha conseguido aglutinar. En mi trayectoria he sido concejal, alcalde, parlamentario y ahora presidente del Parlamento, estaré donde corresponda.
¿Políticamente qué ha aprendido para su bagaje?
–Igual el tejido asociativo que tenemos en Navarra, frente a lo que a veces parece, que cada uno está en su vida y en su egoísmo, la de gente que hay que a través de las diferentes asociaciones con las que he tenido contacto y compartido muchos actos, sesiones o reuniones, que trabaja por los demás, por la sociedad, muchas veces de forma altruista, en todos los ámbitos sectoriales. Eso me ha sorprendido para bien. Me llevo una imagen mejor de la sociedad navarra, de lo que somos, después de haber tenido la experiencia de la presidencia del Parlamento.
Desde la derecha se critica que Navarra ha perdido competitividad. ¿En qué medida lo comparte o discrepa del todo?
–Lamentablemente los rankings se utilizan muchas veces de parte. Creo que Navarra ha sabido aprovechar su buena posición económica en determinados momentos en mejorar los servicios públicos, dotarnos de un buen sistema educativo y sanitario y apostar por esto, pero en los últimos tiempos sí es cierto que por la pandemia, pero no solo, se está viendo un cierto deterioro en los servicios públicos que hemos construido a lo largo de los últimos años. Por tanto, hay que estar alerta en no perder posiciones que hemos tenido, de calidad de vida, en otros tiempos.
Pandemia la han sufrido todos.
–Sí, tampoco puede ser la excusa que todo lo justifique. Creo por ejemplo que en el ámbito sanitario tenemos que hacer una serie de reflexiones para no perder una posición que Navarra ha tenido, con un sistema sanitario muy reconocido, y que en tiempos de pandemia se ha visto más si cabe la importancia de tenerlo robusto. Ahí he visto un deterioro, y en otros ámbitos sociales , como en residencias, también. Hay que volver a intensificar la apuesta en el ámbito asistencial.