Navarra ha cerrado el último ejercicio presupuestario con 3.158 millones de deuda pública, el equivalente al 14,1% del PIB. Se trata de los mejores datos en la última década, consolidando así una tendencia iniciada ya en 2017 y que se ha mantenido también los últimos años pese al gran esfuerzo económico que han requerido la gestión de la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania.

Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la deuda pública creció el último año en Navarra en apenas 12 millones. Una cifra mínima si se tiene en cuenta que las previsiones al inicio del año auguran un endeudamiento superior a los 200 millones. Sin embargo, el buen comportamiento de la economía, que ha seguido creciendo pese a la incertidumbre internacional, pero sobre todo el incremento de la recaudación tributaria, que se ha disparado de la mano de los buenos datos de empleo y de la inflación, han hecho que el peso relativo de la deuda respecto al conjunto de la riqueza de la comunidad se haya reducido en más de un punto, del 15,4% del PIB al 14,1% actual. Se consolida así la tendencia de los últimos años en los que tanto el montante global de la deuda como su peso relativo se han venido reduciendo de forma progresiva. 

La mayor parte de la deuda pública navarra proviene de la crisis financiera. El final de la burbuja inmobiliaria y la pérdida de empleo hundieron la recaudación, lo que unido a una apuesta por grandes infraestructuras como medida contraclica elevaron la deuda a máximos históricos. Pasando así de 645 millones en 2007 a los más de 3.000 de 2014. En términos porcentuales, subió del 3,6% al 18,3% del PIB en 2014.

DEUDA PÚBLICA NAVARRA. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

AÑO IMPORTE PIB (%)

2004 646 4,5%

2005 646 4,2%

2006 647 3,9%

2007 645 3,6%

2008 868 4,7%

2009 1.085 6,1%

2010 1.691 9,4%

2011 2.446 13,6%

2012 2.847 13,5%

2013 3.136 18,2%

2014 3.197 18,3%

2015 3.322 18,3%

2016 3.461 18,5%

2017 3.628 18,6%

2018 3.445 17,2%

2019 3.297 15,8%

2020 3.617 19,1%

2021 3.146 15,4%

2022 3.158 14,1%

Tras unos años de estabilidad en máximos, el endeudamiento comenzó a decrecer de forma importante a partir de 2016 hasta cerrar 2019 en el 15,8%. La deuda volvió a crecer sin embargo en 2020 como consecuencia de la pandemia. El confinamiento paralizó la economía y dañó la recaudación, y aunque lo hizo menos de lo previsto, Navarra cerró ese año con un nuevo máximo histórico: 3.617 millones, el 19,1% del PIB.

El Gobierno foral ha contado a su favor estos años con el relajamiento de las reglas fiscales y su ortodoxia presupuestaria. Eso ha permitido gestionar con cierto margen la pandemia –en este caso la mayor parte del endeudamiento ha corrido a carga del Estado–, pero se ha corregido de forma rápida, antes incluso de que la Unión Europea vuelva a aplicar la política de déficit cero. 

De hecho, Navarra cerró 2021 con un endeudamiento de 3.146 millones, lo que supuso una reducción de 471 millones con respecto al mismo periodo del año anterior. En relación al PIB, la deuda se quedó en el 15,4%, con lo que fue la comunidad que más rebajó su pasivo ese año. Es más, según datos del Banco de España, Navarra es la única comunidad que ha reducido su deuda respecto al PIB desde 2013.

Las previsiones para 2023 apuntan también a una tendencia similar. Los presupuestos autorizan al Gobierno de Navarra a realizar operaciones de endeudamiento de hasta 142,8 millones –el déficit previsto del 0,6% PIB–. Este año será necesario además refinanciar vencimientos ordinarios por 247,2 millones, lo que sitúan las necesidades de financiación externa en 390 millones.

Sin embargo, es probable que la cantidad finalmente destinada a deuda sea muy inferior. El Gobierno tiene previsto reservar a la amortización de deuda el superávit de 2022, que alcanzó los 285 millones, por lo que estas necesidades de financiación iniciales van a verse reducidas. Hacienda estima así en aproximadamente 50 millones el volumen de endeudamiento a formalizar este ejercicio y que, si las condiciones de mercado lo permiten, se llevará a cabo en la primera parte del año con un vencimiento a cinco años o inferior.