Sangüesa recordó ayer a Bonifacio Martín Hernández y Julián Embid Luna, los dos policías nacionales asesinados hace 20 años a manos de ETA tras colocar una bomba lapa en su vehículo. Los dos agentes se encontraban realizando gestiones para renovar el DNI en la localidad cuando ocurrió el atentado.

Al acto, organizado por el Ayuntamiento, acudieron familiares de las víctimas, la corporación municipal, el vicepresidente primero de Navarra, Javier Remírez; el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti; miembros de los cuerpos de seguridad de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral y Municipal, otras autoridades locales y vecinos de la zona.

Los familiares de los homenajeados quisieron agradecer en primer lugar a la Guardia Civil por el trabajo que ha realizado durante estos años: “Su esfuerzo ha permitido que desde hace una semana haya cuatro imputados como posibles autores materiales del crimen”, expresó al tomar la palabra la hija de uno de los fallecidos. También instaron a los cuerpos de seguridad del Estado a que sigan investigando para que hechos como este no queden olvidados y se trabaje en favor de la justicia, ética, dignidad y memoria de los fallecidos y sus familiares.

La alcaldesa en funciones de Sangüesa, Lucía Echegoyen, también pronunció unas palabras en este acto celebrado junto al monolito que recuerda a Martín y Embid, e insistió en que se siga manteniendo presente su memoria: “Debe existir un vínculo entre la reconstrucción de la memoria y el fortalecimiento de la democracia”, afirmó.

Han transcurrido 20 años de este suceso y el acto estuvo marcado por la reciente noticia de la imputación del exjefe de ETA, Mikel Carrera Sarobe, y otros tres miembros de la banda. En declaraciones a este periódico, Javier Remírez aseguró que no permitirán que estos sucesos queden en el olvido: “Cuando hablamos de justicia nos referimos precisamente a esto, a perseguir todos los crímenes que han quedado sin resolver antes de que prescriban”, afirmó.

Por último, tomó la palabra el jefe Superior de Policía Nacional, quien subrayó la importancia de las actuaciones policiales y judiciales que han impedido la prescripción del delito.

Este mando de la Policía Nacional fue el encargado de hacer entrega del primer carné y la placa emblema de los homenajeados a sus familiares. A continuación, se realizó la ofrenda floral y se guardó un minuto de silencio.