El Tribunal de Cuentas ha sugerido al PSOE que piense en liquidar la fundación Carlos Chivite, un organismo dependiente del PSN, pero que lleva años sin actividad y que cerró el último ejercicio auditado con un patrimonio negativo de 365 euros.

Es una de las recomendaciones que ha hecho el órgano fiscalizador en su último trabajo de análisis de las fundaciones vinculadas a partidos políticos correspondiente al ejercicio 2020. En este trabajo, insta a acometer un plan de saneamiento de la fundación Pablo Iglesias –dirigida entonces por el navarro Santos Cerdán– tras cerrar el ejercicio 2020 con un saldo negativo de 2,25 millones de euros y pese a que el PSOE le había perdonado casi 180.000 euros.

También señala a otras cinco entidades con balance negativo, entre ellas la Fundación Ideas para el Progreso del PSOE y la Fundación Disenso de Vox, pero en su caso presentaban desequilibrios mucho menores.

En el informe, recogido por Europa Press, se destaca que ese año la Pablo Iglesias recibió 278.613 euros en aportaciones y donaciones, 100.000 procedentes de una persona física y los 178.613 restantes del partido de Pedro Sánchez. A estos ingresos hay que sumar los 132.927,61 euros que percibió en subvenciones, en su mayoría –115.000 euros– del Ministerio de Asuntos Exteriores y el resto –casi 18.000 euros– de Educación, Cultura y Deporte.

El fiscalizador ha detectado algunas “incidencias”, una de ellas relativa a esos 178.613,36 euros aportados por el PSOE. El partido y la fundación formalizaron, mediante un contrato de préstamo, una aportación de 1.786.133,60 euros realizada en 2012 para compensar pérdidas, acordando su devolución en un máximo de diez años. No obstante, si la entidad acreditaba no poseer la capacidad financiera necesaria para hacer frente al pago anual de la amortización del principal del préstamo, el importe de la anualidad (178.613,36 euros) sería condonado por el partido, lo que sucedió en 2020. Pero, según detalla el informe, la condonación de la deuda se registró incorrectamente con cargo al patrimonio neto, ya que, en similitud con lo contabilizado por el partido político, debería figurar como ingresos excepcionales.

Por último, figura la Fundación Elkartu SA, de Eusko Alkartasuna, que presentaba a 31 de diciembre de 2020 unos resultados negativos de ejercicios anteriores de 602.264 euros, y que entonces se encontraba en causa de disolución.