Navarra capta 16 millones en lo que va de año a base de convenios con el Estado

A esos 16 acuerdos hay que sumar los planes que se suscribieron a finales de 2022, pero cuya ejecución presupuestaria se planeó para este curso. Se trata de una forma de financiación alternativa, muchas veces con partidas fuera de los Presupuestos, y que desde 2020 se ha empleado en más de un centenar de ocasiones, lo que da muestra de la “estabilización y continuidad” del mecanismo, como reconoce el propio Ministerio.

Hay acuerdos de todo tipo: para políticas sociales, educación, memoria histórica, formación de sanitarios, pago a medias de gastos de gestión... No todos conllevan dinero. A veces sirven para oficializar intercambios de información y acceder a bases de datos.

Pero hay algunos que sí tienen dotación y que el Ministerio explica como “aportaciones presupuestarias estatales” que “complementan las aportaciones de las comunidades autónomas”. La fórmula sirve para “incentivar las líneas de actuación” que “el Gobierno tiene interés en fomentar”, y en otros casos para “compensar actuaciones realizadas por una administración en beneficio y por cuenta de otra diferente”.

Convenios con inversiones para varios años

El proyecto con más dinero se publicó en el boletín del 3 de enero de este año. Se trata de un convenio firmado entre el Ministerio de Derechos Sociales –dirigido por la navarra Ione Belarra– y la consejería de Carmen Maeztu. Son más de trece millones y medio para políticas de igualdad, inclusión y cuidados a cargo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con inversiones y reformas para el período 2021-2023 y con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2026. Es muy normal que haya consignas para varios años.

El segundo proyecto con más dinero es para Educación. Se firmó a finales de 2022, pero el dinero –que también llegó de fondos europeos– era para gastarlo este año. Son más de dos millones y medio de euros para un proyecto de inclusión que terminará en noviembre, justo cuando acaba el primer trimestre del curso 2023-2024.

Hay otros cuatro convenios con consignas de dinero. Casi 200.000 euros se ha comprometido a aportar el Estado para los gastos de funcionamiento del edificio de la Seguridad Social de Pamplona este año.

Y el proyecto Fronteras de Hormigón, una de las apuestas de la consejería de Memoria, Euskera y Europa, sigue siendo del interés del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. El Estado ya aportó 85.000 € en 2022. Y este año el convenio ha propiciado 115.000 € más.

Hay otro acuerdo entre Salud y el Instituto Carlos III para la formación de sanitarios de todas las comunidades autónomas. Y el último convenio, oficializado hace menos de un mes, estipula que el Ministerio de Agricultura pagará 84.205 € para hacer estadísticas sobre agricultura y ganadería en Navarra.

Luego hay convenios para compartir esfuerzos, como quien dice. Para la enseñanza del castellano a refugiados ucranianos, para la formación de médicos internos residentes, para compartir información, para la realización de prácticas de estudiantes y para planes con población reclusa.

Desde 2020 es una fórmula que se ha consolidado y que suma más de un centenar de firmas. El año de la pandemia fueron 19 convenios, cifra que alcazó los 43 en 2021. En 2022 fueron 26 y hasta el 31 de agosto, en 2023 se han contabilizado 16.

El proyecto para la vía de tren de Landaben, otro convenio con Adif

Lo más normal es que, en un convenio firmado entre el Estado y una comunidad autónoma, el que más aporte sea el más grande. Pero en el caso del convenio para sacar la vía del tren de la fábrica de Volkswagen ha pasado al revés: Navarra firmó un acuerdo con Adif, oficializado en febrero de 2023, en el que hace una “encomienda de gestión a Adif durante los próximos años” para asegurar “el apoyo técnico durante las obras”. Ese asesoramiento costará 920.000 €. Poco dinero si se tiene en cuenta que la obra se va a ir a alrededor de 40 millones.

Se trata de un proyecto estratégico para el Gobierno de Navarra. El bucle ferroviario de Pamplona va a desaparecer por las obras del TAV y el Ejecutivo quiere mantener una vía propia que garantice el abastecimiento por tren a Volkswagen sin interrupciones. Consistirá en una variante de 4 kilómetros entre los polígonos de Landaben y Arazuri que rodeará las instalaciones de la fábrica de coches, lo que permitirá suprimir la vía que a día de hoy atraviesa Volkswagen.