El gasto público ha crecido en Navarra un 14,5% en lo que va de año. Según datos a cierre de septiembre, la Administración foral había invertido hasta esa fecha 3.896 millones, 494 millones más que en el mismo periodo del año anterior. El Gobierno en cualquier caso espera matizar estas cifras en el cierre del ejercicio, para el que la previsión de gasto no financiero es de un 10,7% superior, casi dos puntos por encima de lo que se había presupuestado al inicio de año. Dependerá en todo caso de la ejecución final del presupuesto, en el que por diversos motivos siempre quedan partidas sin completar. De momento, el Gobierno había gastado el 68,8% de todo lo presupuestado.

Si se incluye también el gasto financiero –el presupuesto destinado a la amortización y refinanciación de deuda pública–, las cifras son más equilibradas. El incremento sería a estas alturas del 5,9% respecto al año anterior y una ejecución del 65%. Esto se debe fundamentalmente a las amortizaciones de deuda que se llevaron a cabo en 2022, y que a estas alturas triplicaban las cifras de este año (91 millones frente a 371).

Este incremento obedece a dos motivos principales. De entrada a la propia inflación, que ha elevado los gastos corrientes del Gobierno de Navarra en todos los departamentos. El gasto de personal, por ejemplo, crece un 6,3% en lo que va de año, con la previsión de un 6,5% al cierre del ejercicio. Son ya 1.710 millones los que el Ejecutivo foral destinará en todo 2023 al pago de nóminas de los empleados públicos, a quienes precisamente ayer se les aplicó el 0,5% adicional acordado con los sindicatos al principio de año. También crecen un 8% los gastos corrientes y, de forma muy importante, las transferencias corrientes, que suben un 20% en los primeros siete meses del año, frente a 11% previsto para el conjunto del ejercicio. 

En este último capítulo se incluye la aportación al Estado, que supone 60 millones más que el año pasado (10,8%) tras la última actualización del Convenio. Esta cantidad no obstante viene compensada por una aportación, también mayor, en dirección contraria, del Estado a Navarra por la vía de los ajustes fiscales. Algo similar ocurre con el Ingreso Mínimo Vital, que Navarra gestiona ahora de forma directa con cargo a sus presupuestos, pero con fondos del Estado. Serán 50 millones este año.

Fondos europeos

El segundo factor que explica el aumento del gasto público en Navarra tiene que ver con los fondos europeos, que han tenido una incidencia directa en las inversiones reales y en las transferencias de capital, que han crecido en lo que va de año un 35% y un 62% respectivamente. Para el ejercicio de 2023 se han incluido en el presupuesto partidas relacionadas con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia por 249 millones para mejoras en edificios públicos, equipamientos y digitalización. 

Pero fundamentalmente para ayudas y subvenciones relacionadas con la transición energética. Las transferencias de capital a entidades locales crecen así un 25%, mientras que las ayudas a empresas, familias y entidades sin ánimo de lucro lo hacen casi un 20% gracias también a los fondos europeos.

Los datos

  • Gasto no financiero. En lo que va de año la Administración foral ha gastado, excluidas las partidas para la amortización y refinanciación de deuda, 3.896 millones. Es un 14,5% más que el año anterior.
  • Gastos total. Incluido el gasto financiero derivado a la refinanciación y amortización de deuda, el gasto es de 4.012 millones, un 5,9% más que en 2022.
  • Previsión de año. El Gobierno de Navarra estima un gasto total de 6.170 millones en todo el ejercicio de 2023, superando por primera vez así los 6.000 millones. Son 422 millones más de los que se habían previsto al principio del año. No obstante, habrá partidas que se quedan sin ejecutar, por lo que previsiblemente la cifra final quede por debajo.
  • Gasto de Personal. La previsión para este año es que el gasto de personal crezca un 6,5% hasta los 1.710 millones. Son 105 millones más que en 2022. En lo que va de año se ha incrementado un 6,3%. 
  • Por departamentos. Por departamentos, el incremento del gasto es desigual. Destaca el aumento en Vivienda, con un 58,4% más de inversión que el año anterior. También crece de forma importante el gasto en Derechos Sociales (20,9%), Relaciones Ciudadanas (23,6%) y Desarrollo Rural y Medio Ambiente (15,8%). Por contra, se ha reducido un 15,1% en Desarrollo Económico, que es además quien menos presupuesto ha ejecutado (19,6%). Estos datos se prevén ajustar al cierre del año.