En la campaña para las elecciones europeas del 9 de junio confrontan partidos y rostros familiares para el votante de Euskadi y el resto del Estado, no en vano algunas cabezas de cartel son ministras en activo o lo fueron en el pasado reciente. Sin embargo, más allá del acto de introducir la papeleta en la urna, la traslación de lo votado a las instituciones europeas no es literal y sufre un proceso de filtrado con normas y estructuras de una cierta complejidad.

La propia web del Parlamento Europeo ofrece el manual de instrucciones con las piezas fundamentales de esta partida: los 27 Estados miembros elegirán a 720 eurodiputados por sufragio directo para un periodo de cinco años –15 más que en los anteriores comicios de 2019 debido a la marcha de Reino Unido de la Unión–. La Eurocámara también reserva un asiento a miembros de la Comisión Europea y los ministros del país que ocupe la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, con 32 escaños para cada uno.

Atendiendo a las reglas básicas, los escaños se reparten en función de la población de cada país –España, con 61, es el cuarto que más aporta–. Los diputados reparten su tiempo entre sus circunscripciones, Estrasburgo –con 12 plenos al año– y Bruselas, donde participan en las sesiones plenarias adicionales y en las reuniones de las comisiones parlamentarias y los grupos políticos.

La mayor particularidad reside en la propia presencia de los electos, ya que una vez elegidos la mayoría opta por integrarse en diferentes grupos según su afinidad política, no por nacionalidades. Para constituir un grupo político son necesarios al menos 23 miembros de, como mínimo, una cuarta parte de los Estados –siete países–, y los diputados no pueden pertenecer a más de un grupo. Los nuevos grupos se deberán formar antes de la constitución de la Eurocámara, el 16 de julio.

Grupos políticos de la Eurocámara

El PP Europeo, a la cabeza

El antecedente más inmediato es la IX legislatura, donde hubo siete grandes grupos, empezando por el más numeroso, el Partido Popular Europeo. De sus 176 miembros, 13 pertenecen al PP español. Presidido por el alemán Manfred Weber, incluye también a la CDU germana o Les Républicains, de Francia.

Le sigue en tamaño la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D), con 139 escaños y que encabeza la española Iratxe García, destinada en Bruselas desde 2004. En sus filas hay 21 eurodiputados del PSOE y el PSC, así como miembros del Partido Socialista portugués y el Partido Socialdemócrata alemán.

El tercero en liza es Renew Europe Group –102 escaños, 9 de ellos de España–, con Stéphane Séjourné (Francia) al frente. Aquí se integraba Izaskun Bilbao por el PNV, así como Ciudadanos, Renaissance –el partido del presidente francés, Emmanuel Macron– o la formación portuguesa Iniciativa Liberal. El Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea está presidido al alimón por Terry Reintke (Alemania) y Philippe Lamberts (Bélgica). Sus 72 integrantes incluyen a dos miembros de ERC y uno del BNG, así como Los Verdes alemanes, el partido paneuropeo Volt o el Partido Pirata germano.

La extrema derecha, que acapara buena parte de la atención en estas elecciones por sus perspectivas de crecimiento, se integra en los Conservadores y Reformistas Europeos, con cuatro miembros de Vox, entre ellos Jorge Buxadé. Comparten escaños con los representantes del partido de la primera ministra italiana Giorgia Meloni –Fratelli d’Italia– o el polaco Ley y Justicia (PiS).

Identidad y Democracia (ID) sigue la misma senda ultra, ya que es escaparate del partido de Marine Le Pen –Agrupación Nacional–, la Lega de Matteo Salvini o la AfD alemana. El italiano Marco Zanni lleva sus riendas y tiene la particularidad de que no cuenta con ningún representante español en sus filas.

Por último, el Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo-GUE/NGL tiene 37 miembros, de ellos seis españoles: tres de Podemos, uno de Izquierda Unida y dos independientes. Incluye al Sinn Féin, la Izquierda alemana o el Partido Comunista de Portugal.

A ellos se suman los diputados que no pertenecen a ninguno de esos grupos y que figuran como no inscritos, 52 en la actualidad. Tres de ellos son los miembros de Junts per Europa Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí.