“No queremos hacer un Feijóo, investir por investir”. Así razona el secretario general de Junts, Jordi Turull, que su intención es que sea Salvador Illa quien oposite primero a la investidura en lugar de que lo haga Carles Puigdemont, lo que es más bien una estrategia de Junts para que el líder del PSC se exponga y aclare cuáles son sus apoyos reales. “Veo que Illa dice que lo tiene muy claro: que vaya él a la investidura primero y si no sale que lo deje estar”, ha llegado a asegurar. Y es que desde JxCat defienden la candidatura del president en el exilio pero no darán un paso en falso. Elegida la Mesa del Parlament y a su máximo exponente, Josep Rull, la siguiente estación será el debate de investidura, con el 25 de junio como fecha tope. Es además el nuevo presidente de la Cámara quien decidirá qué candidato se presenta una vez haya escuchado a todos los grupos en audiencia en los próximos diez días hábiles, algo que hará a partir de la próxima semana.

En alusión al primer secretario de los socialistas catalanes, Turull ha precisado que su preferencia inicial se sitúa en Illa por una constatación ajena a los números. “Lo digo porque da lecciones de que unos tienen apoyos y otros no”, justifica. “Nosotros preferimos ir a la investidura cuando tengamos posibilidades de conseguirlo”, ha aseverado el dirigente posconvergente, quien insistió: “Que vaya. El señor Illa dice que lo tiene muy claro, que vaya él y si no sale, que dé carpetazo al asunto. Y si quiere ir mañana, que vaya mañana”, ha manifestado en TV3. En Junts “queremos que Puigdemont sea president con los puntos sobre las íes”.

El objetivo de JxCat es seducir a Esquerra y la CUP para acudir al hemiciclo con 59 votos, los mismos que apoyaron entronizar a Rull en la Cámara, y forzar la abstención de los socialistas para evitar el bloqueo y la repetición electoral, si bien Illa ya ha adelantado de forma reiterada que no se abstendrán. “Tratar de investir a Puigdemont es perder el tiempo, el único camino es un acuerdo entre socialistas, ERC y comunes”, ha constatado el líder del PSC, quien ha repetido en catalán, castellano, inglés y francés que los socialistas no respaldarán una hipotética investidura del ex Jefe del Govern: “Se lo digo en todos los idiomas. No lo haremos. Porque los catalanes no han votado esto”. “¿Tenemos que dar tantas vueltas a las cosas cuando sabemos que no serán así? ¿Buscan una repetición electoral? Yo no la busco”, ha zanjado.

Parece improbable que entre hoy y el 25 de junio los socialistas tengan tiempo de cerrar un acuerdo con ERC, que ya ha advertido de que venderá caros sus votos y exigirá, como poco, un modelo de financiación singular para Catalunya. En campaña, Puigdemont se comprometió a volver del exilio el mismo día del debate pero no está nada claro que se arriesgue a precipitar su regreso si no tiene garantías de que no será detenido cuando cruce la frontera, por lo que podría preferir ganar tiempo y postergar su vuelta unas semanas o quizá meses.

Rull descarta un acto equivalente a un debate de investidura para poner el cronómetro en marcha si nadie tiene los apoyos necesarios para el primer debate, acogiéndose al precedente que sentó la inhabilitación de Quim Torra en 2020, cuando no hubo candidato y se activó el cronómetro en un pleno: “Haré lo que estipula la ley”.