“Por sorpresa”. Los suntuosos actos de conmemoración del décimo aniversario de la coronación de Felipe VI –previa abdicación forzada de su padre, Juan Carlos I– se transformaron en una exaltación monárquica y borbónica, en la que estuvo en primera línea el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. El supuestamente medido protocolo se flexibilizó para que las hijas del monarca aparecieran por sorpresa a brindar por el autor de sus días. Los medios cortesanos recogieron el episodio espontáneo como confirmación de que la sucesión está garantizada.