El Gobierno de Navarra no va a hacer grandes cambios fiscales de cara a los próximos Presupuestos. Más bien, el criterio va a ser el “rigor y el equilibrio”, la gestión con “responsabilidad”, por si esta actitud ayudara a capear el incierto horizonte presupuestario que ofrece la reactivación de las reglas fiscales europeas, suspendidas hasta ahora para no ahogar a las administraciones durante la crisis del covid y la guerra de Ucrania.
Es lo que ha venido a decir el consejero de Hacienda, José Luis Arasti, que acaba de responder a una interpelación sobre materia fiscal a iniciativa del parlamentario Miguel Garrido, de Contigo Zurekin.
Arasti ha hecho una intervención breve, deliberadamente ambigua, para responder a las propuestas de Garrido, que ha propuesto que, ante el próximo ejercicio presupuestario, las empresas aporten a las arcas públicas al menos lo mismo que las rentas del trabajo. “Lo cierto es que mientras las rentas del trabajo pagan un 23-25%, las empresas lo hacen en un 12-13%. Por lo menos deberían pagar el doble de lo que hoy pagan”, ha considerado.
La respuesta ha estado cargada de eufemismos. “La fórmula mágica en fiscalidad no existe”, ha arrancado. “Porque la fiscalidad es lo que es y no se puede usar para buscar escapatorias”.
La forma de rechazar las propuestas de Garrido, en la línea de avanzar hacia una mayor recaudación entre empresas y capital, fue decir que “no podemos hacernos trampas al solitario, a veces correr mucho nos hace tropezar”. “Tomar determinadas medidas, abusar de los impuestos negativos, supondría un problema para el futuro. Los pasos cortos en materia fiscal nos llevarán por un camino más largo y seguro que más tortuoso”.
Rigor para las próximas reformas fiscales
Algo más claro fue al revelar que las guías del Gobierno de cara al próximo curso serán el rigor, el equilibrio y la responsabilidad, con todo lo que ello supone en materia fiscal, con indicadores nada alentadores. “Nos espera un intenso trabajo y tendremos que hacer mucha pedagogía pero daremos pasos en la dirección adecuada”.
“Toca seguir trabajando bajo el criterio de la responsabilidad y el rigor, que va a ser lo que va a tener que responder al análisis externo de las reglas fiscales”, ha asegurado, dando por hecho la vuelta de la fórmula europea de control del gasto. "Tendremos tiempo para seguir hablando de ello y para debatir acerca de cuáles son las mejores opciones para lograr una fiscalidad que pueda responder a las necesidades de la sociedad guardando el obligado equilibrio que nos hará seguir avanzando".
Son expresiones que no permiten pensar en un ejercicio tan expansivo como el de años anteriores. Más bien, suena a control del gasto.
También fue revelador que Arasti depositara gran parte de la responsabilidad de alumbrar unos nuevos Presupuestos en el Parlamento, que es quien debe aprobarlos definitivamente.
“Les toca a ustedes llegar a consensos”, ha apelado al Parlamento. “La responsabilidad última está en esta Cámara”