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La aportación de Navarra al Estado ha crecido un 50% en la última década

El pago por las competencias no transferidas ha pasado de 510 en 2015 a 778 millones en 2024. Sin los ajustes por retenciones, que distorsiona la comparación, la cifra neta queda en 653 millones. Navarra y el Estado deben actualizar el cálculo base en 2025

La aportación de Navarra al Estado ha crecido un 50% en la última décadaJavier Bergasa

Navarra pagará este año al Estado 778 millones por las competencias no transferidas, un 52% superior a lo que se llegó a pagar en 2015 (510 millones).

Esta cifra no obstante viene condicionada por los ajustes de retenciones, incorporados tras la última actualización en 2019. Sin ellos, que se compensan vía ingresos del Estado (por lo que su efecto real es neutro), la aportación neta será en 2024 de 653,4 millones, un 28% superior a la de hace una década. 

El incremento en todo caso es inferior al aumento que ha sufrido el gasto presupuestario en Navarra, que ha crecido un 67,2% en el mismo periodo. Lo que en términos brutos implica pasar de un gasto no financiero de 3.489 millones en 2015 a un total de 5.836 para este año.

Gráfico de la evolución de la aportación al Estado

La previsión de aportación para 2025 será por su parte prácticamente idéntica a la de este año. A falta de la regularización posterior, el pago al Estado será de 638,4 millones de aportación neta, y de 139,5 por ajustes de retenciones, por lo que cifra final quedará en los 777,9 millones.

Entre 2015 y 2019 la aportación se mantuvo estable, pasando de los 510 millones aportados en 2015 a los 547,7 millones que se abonaron en 2019. El acuerdo de ese quinquenio supuso cierta estabilidad financiera para Navarra tras un periodo en el que los presupuestos, tanto los del Estado como los de la Comunidad Foral habían vivido ajustes importantes.

Expansión del gasto

A partir de ese año se acuerda un nuevo sistema de cálculo para el periodo 2020-2024 que, si bien se firma en 2022, se lleva a cabo de forma retroactiva. El nuevo año base se fija además según la reforma de la Ley del Convenio pactada un año antes entre Navarra y el Estado, que incluye nuevos ajustes por IVA y que contempla una nueva compensación por retenciones de trabajo y rendimiento de capital mobiliario, aumentando así la cifra final de aportación.

De esta forma, en los últimos cinco años se ha introducido un concepto nuevo, el de aportación neta, para facilitar la comparación con los ejercicios anteriores, y cuya estimación para este año queda en 653,4 millones. Si se incluyen los ajustes por retenciones, la aportación total se eleva hasta los 778 millones. Una cifra inferior a la de los ejercicios previos, que fue de 692 millones (825 con ajustes) en 2023 y de 740 millones (879 con ajustes) en 2022.

Cifras que se elevan de forma importante respecto a lo que Navarra llegó a pagar en 2020 (431 millones, 510 con ajustes). Un año marcado por la caída de la recaudación que supuso las pandemia, y que dio paso después a un aumento del gasto presupuestario del Estado en los ejercicios posteriores como reacción a las consecuencias de la crisis sanitaria y la situación provocada por la guerra en Ucrania, que han implicado también un aumento de la aportación al Estado que tuvo su pico en 2022. Desde ese año la cifra se ha moderado para estabilizarse en los 778 millones. En todo caso, los datos de 2024 son provisionales y quedan pendientes del cálculo definitivo que se hará en marzo de 2025.

Régimen foral

La actividad tributaria y financiera de Navarra se regula por el sistema del Convenio Económico. Eso su pone que, aunque con limitaciones, la Comunidad Foral establece y regula su propio régimen tributario, recaudando los impuestos a través de la Hacienda Foral. Los recursos que obtiene se destinan después a la financiación de las políticas propias, pero también a sufragar al Estado el coste de las competencias no asumidas mediante la Aportación anual. 

La cifra varía de un año a otro en función de los presupuestos del Estado, y los criterios de cálculo se actualizan cada cinco años en el marco del Convenio Económico. Una negociación que Navarra y el Estado deberán retomar con la vista puesta en el quinquenio 2025-2029, que fijará los términos de la relación financiera para los próximos años.